Abordaje diagnóstico en hígado graso

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Por Dr. Manuel Portillo Serrano

Gastroendoscopía/Gastrocirugía

EHGNA (Enfermedad Hepática Grasa No Alcohólica),  enfermedad que encierra lesiones en el hígado, que se producen en ese hígado, pero sin la ingesta de alcohol, que van desde un hígado graso leve llamada esteatosis simple, que al incrementar el daño en el hígado, generará una fibrosis como punto de partida y puede llegar hasta una cirrosis.

Hemos ido notando que como está como una enfermedad emergente, cada día con más frecuencia notamos un paciente con hígado graso, acompañado de estas enfermedades que lo favorecen, como la obesidad, un síndrome metabólico, una hiperinsulinemia, desarrollando insulinorreaiatencia, que hará más susceptible ese hígado de almacenar grasa en el hepatocito y que al lesionar las células estrelladas dentro del hígado, se desarrollará un daño celular lento, progresivo y desgraciadamente encaminado a una fibrosis hepática, que terminará no en pocas veces en una cirrosis hepática no alcohólica, cada día más frecuente en nuestro país.

En el resto del mundo al igual que aquí, en los últimos 20 años se ha convertido en un flagelo para el hígado, ya que es la única enfermedad hepática que ha casi duplicado su frecuencia.

Esta enfermedad está relacionada con la obesidad, con la diabetes mellitus tipo II, alteraciones en las grasas serias, como colesterol, triglicéridos y ácidos grasos libres, con el síndrome metabólico, con el hipotiroidismo y las alteraciones como el hipopituitariamo, pero no solo estos, también medicamentos como AINES, metotrexate, diltiazem, tamoxifeno, estrógeno sintético, corticoides y la amiodarona, algunas cirugías, como resecciones amplias del intestino delgado o los casos de gastroplastias por obesidad mórbida, y otros que suenan hasta raros pero que desencadenan esa fibrosis hepática que terminará en una cirrosis si no lo controlamos lo antes posible.

Para hacer el diagnóstico, aquí es donde se inicia, como toda la clínica médica, con un perfecto y adecuado interrogatorio que tendrá como objetivo indagar algunas de las entidades que pueden desarrollar un hígado graso, es generalmente asintomática, no da ni tiene ningún síntoma, ocasionalmente algún dolor en el área hepática, sordo, vago y más tendiente a la incomodidad, más que a dolor, los signos de hepatopatia crónica son raros, pasarán en un laboratorio con PFH normales, nos debemos enfocar inicialmente a la GGT (glutamiltranspeptidasa) y a la FA (fosfatasa alcalina), como los dos parámetros  iniciales en elevación de las enzimas de escape, ya que el resto de los parámetros hepáticos estarán en sus rangos normales, dificultando el diagnóstico.

Le siguen en orden, la TAC (tomografía axial computarizada) y una RMU (resonancia magnética ultrasónica), pero el más económico y sencillo de practicar y realizar es un ultrasonido hepático, un fibroescan, siendo estos más útiles ya en el daño celular severo, quiero decir ya en una cirrosis, ya que el más noble y sencillo, es hoy por hoy el ultrasonido, pero entrarán en juego la habilidad de quien lo haga, la experiencia y la preparación académica y científica que tengan, ya que ultrasonográficamente lo podremos clasificar en leve, moderado o severo, y lo que para unos nos avezados y bien preparado se trate de una esteatosis hepática leve, para un ojo no tan preparado pueda ser grave, de aquí las discrepancias, por lo que se deja el diagnóstico definitivo a una biopsia hepática, aunque se considera muy agresivo, biopsiar un hígado graso para estatificarlo, de aquí que el ultrasonido hoy por hoy y en nuestra práctica diaria será el estudio básico para tener un diagnóstico inicial y en base a él trabajar en disminuir ese daño hepático, lentamente pero siempre progresivo a una función adecuada del hígado y los más importante evitar a toda costa llegar con ese paciente a una cirrosis.

Hoy día en mi consulta diaria ya cuento con pacientes femeninos principalmente, que sin ser alcohólicas ya tienen un daño hepático severo, del tipo de cirrosis, y sin haber tomado ni una gota de alcohol en sus vidas y aún así terminar con una cirrosis.

Ahorita está usted entendiendo, querido lector, por qué hacemos siempre un chequeo de su hígado y si marca algún grado moderado o severo de esteatosis, debemos iniciar inmediatamente un tratamiento adecuado con el objeto de evitar a toda costa que estos pacientes lleguen a padecer cirrosis. Se espera que para 2050 esta hepatopatía (enfermedad hepática), sea la más común en la humanidad, dejando atrás la cirrosis alcohol o nutricional, como la vemos hoy en día; está en nuestras manos, evitémosla.

Gracias por leer este artículo.