Enfermedad crónica más frecuente actualmente: Obesidad

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Por Dr. Manuel Portillo Serrano

Gastroendoscopía/Gastrocirugía

Si nos remontamos a 30 años atrás, veremos que la enfermedad crónica más común en México, era la diabetes y la hipertensión, y que la obesidad no era tan común, era más común la desnutrición.

Qué ironía de la vida, en un país de desnutridos, en 30 años, ya es un país de obesos, la causa: en relación al desarrollo de  la alimentación en los últimos 20 años, desde el tipo de comidas hasta el tamaño de las porciones de las comidas. Ha Incrementado el IMC (índice de masa corporal) en nuestra población, y esta problemática no atañe solo a nuestro país, es en todo el mundo, y ya desde 1975 fue exponencial el desarrollo de la obesidad mundial, como se menciona, estamos en la generación más obesa de la historia del mundo, de aquí que se deban tomar medidas urgentes con el objeto de minimizar la cantidad de obesidad, ya que se espera que para el 2050 el 70 % de la población mundial sea obesa.

Para poder ser congruentes en el manejo, debemos conocer las causas.

La primera que se anota es la vida sedentaria, es la total falta de realización de actividades físicas por la población.

La siguiente y no menos importante, una total alimentación desbalanceada, siempre cargada a los gustos de la gente, tendiente a más pan, más tortilla, más harinas, más chile, más grasa y menos verduras y menos frutas, así como menos agua simple y más aguas azucaradas o jugos muy dulces o de plano refrescos, predominantemente el refresco de cola.

Esto ha hecho que el desarrollo de la obesidad sea tan abrupto, alarmante y exponencial como se ha venido desarrollando. Los alimentos procesados y con muchos conservadores nos han venido a incrementar este problema.

La OMS (Organización Mundial de la Salud), ha invitado a todas sus secciones en el planeta a realizar campañas con el objeto de movilizar y activar a los pacientes, de ahí que veamos las campañas de actívate, muévete y cuida tu dieta, que desgraciadamente no han tenido el éxito que deberían tener.

Y de ser un problema estético se ha convertido, como lo vemos en el encabezado del nombre de este artículo, en la enfermedad crónica más frecuente en el momento actual, y desgraciadamente ese desajuste metabólico y funcional, facilitan la entrada de síndrome metabólico, que nos llevará irremediablemente a una diabetes mellitus, hipertensión arterial, hígado graso, cardiopatías tanto hipertensivas como por arterioesclerosis, con el consabido riesgo de un infarto agudo del miocardio, cáncer, y de todo esto nace la necesidad de atacar a la obesidad de origen, ya no darle más capacidad de empoderamiento y de ese crecimiento exponencial que pondrá en jaque a las futuras generaciones.

De aquí es donde sale la idea de realizar una prevención primaria, y es donde los médicos de primer contacto juegan un papel vital e importantísimo en tratar de concientizar a diario a los pacientes obesos a que inicien una dieta, la sostengan y traten de disminuir su IMC, con lo que tendrán mejor calidad de vida y alejarán todo tipo de enfermedades desencadenadas por el odioso síndrome metabólico, evitar esa pereza y esa flojera que da tratar de convencer a alguien que no quiere dejar de comer lo que come, que no quiere caminar y que está acostumbrado a comer grandes cantidades de alimentos procesados y está basando su alimentación en tortillas, pan, dulces, azúcares y chile con grasa y manteca, y sea necesario que lo cambie.

Esa mala costumbre tendrá muchas dificultades, ese médico al tratar de convencer, la primera no querer hacerlo (refieren que pierden tiempo), pero para salvar una vida nunca será tiempo perdido, la segunda y que esgrimen mucho los pacientes es la económica, pero ya está demostrado que gastan más como están comiendo, que si comieran verduras y frutas, y disminuir harinas y grasas, pero desgraciadamente estos cambios no les gustan a los pacientes y prefieren seguir comiendo y viviendo como lo hacen con el famoso argumento “pues de algo nos tenemos que morir”, los inconvenientes de esto es las enfermedades que se desarrollarán antes de que muera, el costo para él y su familia y lo peor de todo, no quieren hacer ese cambio, es exactamente igual que el alcohólico con el alcohol, que con el obeso con la comida, siempre dicen “realmente no sé por qué estoy gordo, si ni como tanto” y es donde está el gran problema en hacer una adecuada prevención primaria.

El punto importante, y se recomienda a médicos generales de primer contacto, médicos familiares de las instituciones de seguridad social, a adultos, pero sobre todo los niños, detectar a un niño obeso y tratar de reeducar a la madre, aunque sepamos que esta es una labor titánica, ya que no quieren saber de ese tipo de ayuda, ellos van por sus medicinas para la presión, para el corazón y para su diabetes, no van a que les digan que tienen que cuidar a sus hijos y a ellos mismos, de aquí nace esa necesidad de insistir en que debamos convencer al mayor número de pacientes obesos de disminuir poco a poco, como les digo a mis pacientes, si no lo quiero para modelo o para Miss México o Míster Universo, solo quiero que tenga mejor calidad de vida, y que no esté expuesto a toda esa cantidad de enfermedades que desgraciadamente están a la vuelta de la esquina en todos estos pacientes obesos.

Les digo a los médicos, en el consultorio, ustedes son los que podrán hacer que estas estadísticas cambien, eso es lo que debemos hacer, es cansado, es pesado, incluso en ocasiones serán hasta agredidos por el mismo paciente, pero debe pensar en mejorar la situación actual que sobre obesidad estamos viviendo.

Gracias por leer este artículo.