Juventudes actuales, padres añejos

0
1116

Por Dr. Manuel Portillo Serrano

Gastroendoscopía/Gastrocirugía

En este artículo trato de hacer un análisis de algo que ha sido siempre, toda la vida, desde la creación del hombre, la problemática a la que la sociedad se ha ido presentando, siendo juventudes que son calificadas como malas, repito, siempre ha sido así, rebeldes, groseras, flojas, y que cuando nosotros los viejos o añejos, éramos jóvenes, se vivió la misma situación, no es nuevo, tal vez lo único nuevo sea la forma en que se ha ido desdibujando en toda la sociedad, la familia.

Es muy doloroso escuchar a padres o madres preguntar ¿en qué fallé para que mi hijo sea así?

Y esto es una mezcla de una desunión familiar seria, la desatención de los padres a los hijos, o bien la exagerada atención, con sobreprotección y no podemos dejar atrás esos matrimonios en los que por alguna razón una imagen de ese matrimonio no está presente, no hay padre o no hay madre, ya sea por trabajo, por divorcio, por separación o por muerte de alguno de los cónyuges y que los hijos crecen sin la guía adecuada, es más, sin guía, tampoco podemos dejar a un lado la tecnología actual, que ha hecho que los jóvenes, con toda esa tecnología, sean más independientes y más susceptibles a no buscar esa relación con sus familiares, pensando que no les es necesaria esa relación, viéndola en ocasiones hasta estorbosa, con su propia familia, ya que “conviven” con muchas personas en las redes sociales, aunque realmente no convivan, solo se comuniquen, y siendo crudos y reales, no son solo malos hijos, también somos malos padres, ya que permitimos que esa vida familiar en paz, amor y convivencia se perdiera, tratando de dar lo que a uno no le dieron, como padres le hacemos mucho daño a los chicos, ya que se sienten merecedores de todo.

Ese tipo de convivencia en que se llevaba como acompañante en el crecimiento y en el desarrollo de un ser humano, se ha ido perdiendo, y la pérdida de la estructura familiar como tal ha hecho hijos mandones, gritones, sin ganas de estudiar y que todo lo que se les da se les hace poco, ya que ellos merecen más, error, el orden, la disciplina y el amor de familia nunca debió haber sido sustituido, vienen más cambios, más tecnología, la aceptación social de familias con diferente estructuración, y debemos estar preparados para ver a hijos que provengan de ese tipo de familias, hijos que crecieron sin imagen de alguno de los roles familiares, y entenderán distinto el concepto de vida, llevados por la tecnología, las amistades Ligth, el alcohol, las drogas, el querer vivir fácil y cómodamente, sin esfuerzo, como se los hacen creer en redes sociales o en programas, y vemos, querido amigo lector, que es una mezcla entre responsabilidad de padres y responsabilidad de hijos.

Debemos entender que el mundo cambiante y globalizado hace que estos jóvenes deban salir mejor armados que nosotros, con más armas, ya sea en su carrera y en su vida diaria, y esto no se logra peleando y sin apoyar, y qué bonito sería regresar a esa estructura familiar en que había padre, había madre y los hijos tenían aun ese respeto a los padres y eran obedientes, con ayuda de la fe, con la ayuda de los principios, que nunca se debieron haber perdido.

¿Dónde quedaron? ¿Dónde los perdió la humana naturaleza? En el camino de la vida, lo fue dejando en el trabajo, lo fue dejando en tener una experiencia extramarital, lo fue dejando al no dominar el alcohol o las drogas, lo fue dejando al perder ese amor por la familia y lo fue perdiendo al dejar que su yo interno le ordenara pensar solo en su beneficio y satisfacción, se debe pensar en familia, le repito, esto de choques generacionales siempre ha existido, no es actual, lo actual es en qué forma, desgraciadamente, se está degradando la vida familiar, cómo se ha dado paso a ese deterioro social familiar, en que el alcohol y las drogas han permeado, cómo se destruyen familias y cómo muchos jóvenes crecen sin una guía, y para colmo esa guía no está muy derecha que digamos.

Responsabilidad de unos, pero también responsabilidad de otros, le repito, no sabe qué impotencia da escuchar ¿no se en qué fallé doctor? Pero mi hijo es un zángano, mantenido, adicto a las drogas y un bueno para nada; muy difícil contestar esto. ¿Qué tanto falló esa madre?, ¿pero qué tanto quería fallar ese hijo? ¿Qué tanto estaban apartados de tener fe en algo? ¿Qué tipo de familia tenían estructurada? Muy difícil porque ya no podemos prevenir, que hubiera sido lo ideal, aquí nos dedicaremos a curar heridas y a tratar de sacar a ese muchacho de las drogas, preguntando si realmente quiere salir, si la madre está capacitada para ayudarle.

Como ve, querido lector, son más preguntas que respuestas, ¿y usted sí ha estructurado bien a su familia? No es de hoy, problemática eterna, pero hoy día más agresiva por la forma de presentarse.

Gracias.