ECOS PARA LA POSTERIDAD

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Por Dra. Yazmín Arroyo

Bienvenidos sean, mis estimadísimos lectores; a más de un año en el que decidí escribir, y que Don Rafita me apoyó para que yo escribiera lo que le llamamos mi Columna y que decidí hacerlo de manera semanal, no les cuento que cada semana me manda mensaje para que no se me olvide y para recordarme que tengo que mandarle lo que yo considero, lo más relevante de la semana, y así se la pasa Don Rafita cada semana jalándome las orejas, para que no deje de escribir, cada día que pasa me doy cuenta que necesitas ser constante para estar presente y que las personas no nos olviden.

En lo personal el escribir es una oportunidad para alzar mi voz, por eso y muchas cosas más, Don Rafita muchas gracias, gracias de todo corazón, porque está claro que si yo escribo es porque hubo no solo una mujer sino muchas que lo hicieron anteriormente, mujeres valientes que ya allanaron nuestro camino y por eso, hoy más que nunca, quiero seguir escribiendo, y hablar y alzar mi voz por aquellas que no pueden hacerlo.

Ad hoc a la conmemoración del 8 de Marzo, imagínense que hace un año escribí esto, en ese momento ya era mi octava columna en este 8 de Marzo Día internacional de la mujer, ya esta es mi columna número 56, por esto mucho más, gracias también a ti, por tomarte unos minutos para leerme, y voy a citarte lo que escribí hace un año, para el día en el que hay poco por celebrar y mucho por conmemorar y acordarnos de todas esas mujeres que han perdido la vida.

El día de hoy me deja un dejo de tristeza y dolor por todas esas mujeres que han sufrido violencia y es que, en este país todas y cada de nosotras hemos sufrido violencia y de todo tipo, y lamentablemente cada día es más.

Y es que lamentablemente que mientras tú y yo podamos hacer varias actividades y llevar una vida “normal”, es en estos momentos en lo que quizás haya una mujer que esté perdiendo la vida o de aquellas mujeres desaparecidas. En promedio en 2022, al día desaparecieron 8.37 mujeres al día en México y la mayoría tiene entre 15 y 19 años. Del total de mujeres desaparecidas, 879 pertenecen a este rango de edad.

Hay 429 menores desparecidas entre 10 y 14 años; de 20 a 24 se contabilizan 339 casos. Esto quiere decir que el año pasado desaparecieron mil 647 mujeres de entre 10 a 24 años, el 53.89 % del total, según cifras de la Comisión Nacional de Búsqueda.

A pesar que el gobierno federal se ha encargado de presumir sus datos en cuanto al combate a la inseguridad en el país, existe una cifra por demás sensible que está lejos de disminuir: la de personas desparecidas y no localizadas. En 2022, México fue testigo de un hecho sin precedentes, alcanzar la cantidad de 100 mil personas desaparecidas, pero no sólo eso, sino que al finalizar el año el registro está por llegar a las 110 mil.

Jalisco es la de mayor incidencia con 15 mil 038 personas desaparecidas. A esta le siguen Tamaulipas con 12 mil 467, el Estado de México con 11 mil 868, Veracruz con 7 mil 438, Nuevo León con 6 mil 250, Sinaloa con 5 mil 664, la Ciudad de México con 5 mil 163 y Michoacán con 4 mil 803. El año inició con alrededor de 95 mil reportes y terminará con 110 mil (según la tendencia y cercanía actual, pero puede variar), un aumento del 15.7% según datos del Infobae.com.

A un año ya de esto y las cosas siguen igual o peor aún, hasta cuando más, hasta cuando ya no escucharemos más historias de terror, de esas historias en las que se amedrenta, se lástima, se viola o se mata a alguna mujer o niña.

Tenemos que exigir que se nos respete pero también nosotras debemos de respetar, de marcar límites, y no permitir que se nos dañe, necesitamos que todos y cada uno de nosotros seamos más conscientes y educar a nuestros hijos e hijas por el camino correcto.

Con valores pero sobre todo con amor,  con ese amor con en el que se cuida a una plantita, regarla todos los días y ponerle su abono, necesitamos hablar más con nuestros hijos e hijas, preguntarles qué les pasa,  que piensan que sienten y guiarlos, pero también ser un ejemplo e inspirarlos, inspirarlos a hacer las cosas bien.

Y como lo vamos a hacer, como ya te lo he dicho mi estimado amigo y amiga, haciendo las cosas bien, no a la ahí se va, procurando y buscando ser mejores personas, porque todo lo que hagamos o digamos tendrá un eco en la posteridad.