Morelia, Mich., 24 de octubre de 2025.- Michoacán se mueve al ritmo de la tensión. Tras el asesinato del líder citricultor Bernardo Bravo Manríquez, las fuerzas de seguridad se aprestan para lanzar un operativo sin precedentes. Ejército, Marina, Guardia Nacional y policías estatales desplegarán patrullajes por tierra y aire.
La meta es clara: capturar a los responsables y desarticular las células criminales que operan en Tierra Caliente.
Quadratín conoció en círculos federales que existen el compromiso y la voluntad del gobierno de la República para poner punto final a la impunidad con que han actuada las células delincuenciales, y a la par resolver el caso del dirigente agropecuaria sacrificado.
Por ello, hasta este viernes más de cien personas han sido interrogadas. Los cateos y vigilancias se multiplican. Cada pista es crucial.
Las autoridades buscan inteligencia que conduzca a los homicidas. La coordinación es total. La cacería no solo es contra los asesinos de Bravo, sino contra toda la red criminal que amenaza a la región. El contexto es grave.
En 2025, al menos 2 alcaldes han sido asesinados en Michoacán: Salvador Bastida García, de Tacámbaro, el 6 de junio; Martha Laura Mendoza, de Tepalcatepec, el 17 de junio.
La violencia golpea a líderes y autoridades. Cada crimen demuestra la fuerza de los grupos delictivos y la urgencia de respuestas contundentes. Bravo había denunciado extorsiones y amenazas a los productores de limón.
Su asesinato sacudió a Tierra Caliente. Su liderazgo y valentía lo convirtieron en un símbolo. La cacería actual busca justicia y enviar un mensaje: el crimen no quedará impune.
El operativo continúa sin pausa. Fuerzas combinadas patrullan carreteras, cielos y caminos rurales. Se esperan detenciones y resultados en días próximos. La sociedad, los agricultores y las autoridades siguen atentos. Michoacán exige justicia. Michoacán exige seguridad.
