La compra de votos, riesgo latente en estas elecciones

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La candidata de Morena a diputada local por el distrito 24, Teresa López Hernández, dijo que no hay forma de revertir su triunfo, salvo que no se pueda frenar la compra del voto por otros partidos.

A pesar de la elevada ventaja que tiene el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) sobre sus tres contendientes no solamente a nivel nacional y la evidencia expresada por expertos de que ya no hay posibilidades de revertirla, la compra del voto es un riesgo latente en estas elecciones, misma que se ha advertido prácticamente desde que se iniciaron las campañas locales hace ya casi seis semanas.

En los primeros recorridos por las colonias de las tenencias, la candidata a diputada local de morena, Teresa López Hernández, denunció que se estaban dando casos de retención de la credencial de elector hasta pasada la elección a cambio de 700 pesos y después, a partir de una advertencia sobre lo que los operadores de un posible intento de fraude llamaron “tiro de precisión”, el monto habría ascendido hasta los diez mil pesos.

La experiencia de tantos años de elecciones y de operaciones fraudulentas en muchas de ellas, tanto en las de ámbito nacional como en el local, ha sembrado la desconfianza de los ciudadanos y de los militantes de los partidos que han sido oposición, principales víctimas de esta práctica. Ahora, esos múltiples antecedentes de irregularidades mantienen la alerta en las casas de campaña de la izquierda, que en este proceso es la fuerza política a vencer.

Las variantes que surgirán a partir de la toma de posesión del nuevo gobierno el primero de diciembre próximo, si Morena logra remontar el fraude, modificarán radicalmente la relación entre gobernantes y gobernados, toda vez que la efervescencia y participación popular, alentadas por la caída de un régimen que lleva casi noventa años ininterrumpidos ejerciendo el gobierno, presionarán de tal manera que es muy probable la instauración de las figuras del referéndum, plebiscito, la consulta popular y la revocación del mandato.

Otro giro trascendente la constituirá el nuevo modelo de relación con los sindicatos, puesta en crisis a partir del arribo del PAN en el año dos mil porque este partido refrendó el corporativismo y el sometimiento de las grandes agrupaciones gremiales, para inaugurar una novedosa etapa en la que se crearán nuevas centrales obreras, la incorporación de grandes contingentes de trabajadores y empleados dispersos a las mismas, que es precisamente el gran temor de los empresarios.