Por Rafael Rivera Millán
El pasado viernes, en un salón de eventos de un hotel de la ciudad, diez jóvenes recibieron su Carta de Pasante como nuevos licenciados en Derecho, luego de haber cursado esta carrera en las instalaciones que la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo tiene en este puerto, y donde el licenciado Oswald de la Peña Ortiz, fue el padrino de la Generación.
Durante su intervención, de la Peña Ortiz agradeció a los integrantes de esta generación, el que además de haber sido uno de sus profesores, lo hayan elegido como su padrino, lo cual era una doble responsabilidad, pues no todo terminaba con egresar de las aulas de la máxima casa de estudios, pues de alguna u otra manera advirtió, estará pendiente del desarrollo profesional de estos nuevos abogados.
Expresó su agradecimiento a los padres de familia de los nuevos profesionistas, a quienes dijo “al entrar aquí escuché de varios de ustedes decir: Y ahora qué voy a hacer después de ser abogado, qué va a ser de mi vida, ahora que terminé mi carrera, dónde voy a trabajar?, ustedes no se preocupen, que se preocupen los de quinto, esos sí están en un gran problema, porque quizás muchos de ellos, se darán cuenta que ya no estarán en la escuela, y eso sí es un gran problemas”.
Los humanos dijo, somos seres contradictorios, tenemos grandes cualidades, pero con ello enormes defectos. Podemos construir cosas hermosas, increíbles y después destruirlas. Y por supuesto una de las grandes creaciones, que ustedes están realizando, es su carrera de Licenciado en Derecho.
Se dice fácil, añadió, pero cuántos alumnos entraron a primero, y solo los más aptos y los más inteligentes, ustedes, están aquí, los que lograron brincar cada año a estos profesores hu…. Como muchos de ustedes nos llaman, pero sin embargo, siempre estaremos al pendiente de ustedes, porque aunque no lo crean, son parte de nosotros, y siempre velaremos por su bienestar, enfatizó el abogado y ex funcionario municipal.
Insistió en que la meta que se han trazado los nuevos profesionistas, debe ser de felicidad, la cual deben llevar a cabo, pero siempre teniendo en cuenta los preceptos que se les enseñó en la escuela de jurisprudencia. “Si florecemos y prosperamos, con toda seguridad saldremos vencedores, porque las herramientas ya las llevan consigo, tienen su escudo protector que es el amparo, su mayor desarrollo los derechos humanos, su espada la Constitución y sabiéndolas utilizar siempre serán felices”, puntualizó.
Y concluyó su mensaje diciéndoles a sus ex alumnos y ahora ahijados, que sólo ellos pueden decidir hacia dónde debe de ir su camino, ya que sólo ellos establecen sus metas, para una hora, para una relación, para toda la vida.
