Los seres humanos tenemos un ritmo de descanso como sueño/vigilia, despiertos y dormidos, con horarios bien establecidos, vigilia (despiertos) todo el día, y sueño por la noche, en un mínimo de 6 horas, pero un ideal de 8 horas para dormir. Cuando uno duerme fuera de ese horario se le denominará siesta, que generalmente es poco después de comer, al medio día por la media tarde, y que no será mayor a 30 minutos, si como un máximo de 45 min, pero ya con 30 minutos de sueño reparador en una siesta es suficiente y bien descansados traerá beneficios a un organismo.
¿Cuáles beneficios?
Disminuye los efectos desencadenados por la falta de sueño, minimizando el estrés inmunológico y neuroendocrino en un organismo, ya que controlará un cuerpo mejor sus cifras del cortisol, y con esto mejorará sus defensas y con esto sus respuestas a la forma de vida actual y mejorando sustancialmente la atención en lo que hacía durante la tarde.
Esta siesta a media tarde ha mejorado las funciones inmunológicas de la gente al disminuir el estrés oxidativo que tanto daña a un organismo.
Un estudio realizado en Grecia, con 23681 personas, mostró que los pacientes que dormían una siesta disminuyeron ostensiblemente muertes por enfermedades que tienen que ver con el corazón, infartos, hipertensión arterial y los tan temidos accidentes vasculares cerebrales, de aquí que se haya tomado en Japón y en EE. UU., como una base para mejorar la calidad de vida.
Se recomienda mucho en personas que trabajan de noche como empleados, obreros, enfermeras, médicos y que tienen horarios nocturnos, el dormir una siesta los beneficia enormemente.
Esta área se vio perfectamente estudiada en cirujanos y pilotos aviadores, que deben de trabajar a distintas horas, el favorecerles una siesta mejoró en mucho su rendimiento y les disminuyó sus complicaciones de tipo cardiovascular. Se demostró que al dormir una siesta de 45 minutos los pilotos con alteraciones del desfase horario (jet lag) mejoraban en una forma muy importante sus aproximaciones al aterrizaje, así como se vio en cirujanos mejor toma de decisiones al estar descansados.
Un estudio muy interesante realizado en estudiantes españoles, mostró que al dormir una siesta adecuadamente antes de los exámenes finales mejoró de un 29 % al 52 % su atención y su rendimiento, de aquí que se recomienda hacer exámenes en pacientes perfectamente bien dormidos y si no lo están mínimo que hagan una siesta.
Dormir una siesta disminuye el estrés y le permite tomar decisiones muy calmadas y mejor pensadas, sin tanto estrés para la toma de decisiones. Ayuda en la estabilización del peso, ya que habitualmente la siesta es justo después de comer.
En San Diego se hizo un trabajo muy interesante con el objeto de comparar los efectos de la cafeína administrada a un paciente hasta 200 mg, contra una siesta, para estar más despiertos y atentos al manejar algún equipo, todos esperaban que las personas que tomaron café estuvieran más atentas, pero no fue así; hasta un 16 % más alto en las personas con las que se realizó una siesta.
Algunas empresas, entre ellas japonesas, el mismo Google, equipos de beisbol como los Arizona Diamondbacks, ya tienen en sus oficinas áreas exprofeso, para que sus empleados puedan tener una siesta de hasta 30 minutos en sus excesivas horas de trabajo.
De aquí podemos concluir, querido amigo lector, que echarse una siestecita tal vez no diario pero si mínimo 3 veces por semana o hasta 4, le traerán bastantes beneficios en su salud mental, física, en sus defensas y en su forma de pensar, y como se trata de mejorar su calidad de vida es algo que podrá ir implementando paulatinamente, hay trabajos que no permiten aun esto pero con el tiempo se irán imponiendo estas formas de pensar y que se pueda descansar un rato durmiendo en áreas específicas para cargar fuerza y poder energizase en una jornada laboral larga y muy cansada.
Gracias por leer este artículo.