Por Francisco Rivera Cruz
Habitantes de colonias que colindan con la avenida Tariacuri y libramiento de la ciudad, padecen de fétidos olores y los efectos de contaminación al medio ambiente por daños al drenaje.
De acuerdo a su denuncia y un recorrido por la zona, corren agua negras por la avenida mencionada y bajan a la carretera del libramiento La Orilla-ArcelorMittal para pasar la cinta asfáltica hacia el estero que da a la Laguna Costera El Caimán.
Calculan impacto a la salud de mil 200 familias de la zona, donde hay dos nuevos fraccionamientos habitaciones y uno más en construcción, además de los asentamientos Vista Industrial, Bicentenario e Independencia, entre otros.
Se encontró maquinaria y personal realizando reemplazo de tubería totalmente azolvada, sin embargo, los vecinos externan su inquietud de que los trabajos sean para librar de olores y aguas pestilentes directamente a un par de los fraccionamientos de la zona, y que el agua siga fluyendo más adelante y la contaminación continúe.
En una parte de la avenida Tariacuri, en el camellón que separa los dos sentidos de circulación vehicular, corría agua sucia y maloliente que terminaba muchos metros adelante cruzando el libramiento para internarse en un estero que se niega a desaparecer.
Los inquietos vecinos anotaron que en ese camellón tenían sembrados arbolitos que se pudrieron ante las aguas negras, siendo muestra fehaciente de la desatención al problema.
En este trayecto, las aguas podridas pasan frente a un restaurante campestre abierto meses atrás, localizable en la cuadra anterior al libramiento, si se desciende por la calle de la Iglesia Guadalupana, de la colonia Jarene.
De la situación que pasan, el grupo denunciante, trataban de poner al tanto a la actual autoridad municipal, y ayer jueves entregaron un oficio en presidencia municipal dirigido a la alcaldesa María Itzé Camacho Zapiain y la secretaria de Obras Públicas y Desarrollo Urbano Municipal, Esmeralda Sánchez Tinoco.
