El síndrome de Maniere. Manejo actual

0
1145

Por Dr. Manuel Portillo Serrano

Gastroendoscopía/Gastrocirugía

Enfermedad del oído interno que desencadena como signo principal el vértigo, y que además se presenta con disminución paulatina y progresiva de la audición y ocasionalmente con la presencia de tinnitus (zumbido de oído), habitualmente afectando un solo oído

Las edades más comunes de su aparición son entre los 20 y 50 años, y en ambos sexos, con discreta mayoría para las mujeres, es una enfermedad incómoda y crónica.

Se presenta con episodios recurrentes de vértigo, con una terrible sensación que todo le gira alrededor y que tiene un inicio súbito y así súbitamente también desaparece, llega a durar ese vértigo un periodo de tiempo aproximado de 20 minutos, pero puede llegar a durar hasta 24 horas, y al manifestar ese vértigo se acompaña de náuseas y vómitos, que muchas veces son los signos y síntomas que más llaman la atención en este tipo de pacientes, y ese vómito llega a ser tan enérgico que se desencadenan alteraciones en el tubo digestivo, como reflujo y como enfermedad ácido péptica por el vómito de contenido alimentario.

No hay un ritmo o una frecuencia estipulada para la aparición de estos síntomas, puede desaparecer por semanas, meses o años.

Una causa especifica de por qué se presenta este síndrome no la hay, se ha visto, sobre todo en material de autopsia, que las personas que llegaron a padecer este Síndrome de Maniere, presentan una menor cantidad de líquido en la endolinfa, que es ese líquido que se encuentra localizado en el oído interno, se han referido como causantes de alteración en ese líquido una respuesta inmunológica anormal, las alergias, infecciones sobre todo virales, traumatismos craneales, las migrañas, como no hay una razón especifica podrían ser varias de estas causales que se presenten simultáneamente, el temor de no saber en qué momento se pueda presentar ese vértigo llevan a este tipo de pacientes a una tendencia a deprimirse por los accidentes que puedan sufrir al llegar a presentar una crisis de vértigo.

El diagnóstico lo hace un vértigo que dure aproximadamente 20 minutos, de repetición inmediata y que se presenta sin causa aparente, que haya pérdida progresiva de la audición, el tinnitus (zumbido).

Se requiere realizar una audiometría, las evaluaciones del vértigo con estudios como es una Videonistagmografía; que valora el equilibrio en base al movimiento ocular, colocando agua fría o caliente en el oído y midiendo el movimiento que presenten los ojos.

Análisis en sillón giratorio para valorar si hay vértigo, las pruebas de potenciales vestibulares miogénicos evocados, muy nueva y que no solo permite el diagnóstico, sino que permite valorar la cronicidad del problema, asimismo realizar una posturografía, colocar al paciente en diferentes posiciones y valorar, claro, esto asegurado el paciente con un arnés a su cuerpo para evitar caídas por el vértigo.

Hay otra prueba reciente que se llama Prueba de impulso cefálico con video, que no es otra cosa que medir mediante computadora, los movimientos oculares al girar súbitamente la cabeza a un lado, y se presentarán movimientos rápidos e imprevisibles, que harán el diagnóstico de síndrome de Maniere.

La Electrococleografía valora la respuesta del oído interno a los sonidos. Y claro, la realización de una TAC cerebral y de oído, así como una Resonancia Magnética Ultrasónica.

El manejo de estos pacientes será siempre evitar y prevenir esos vértigos, ya que no hay una cura específica para esta enfermedad, evitar el mareo y el vértigo, con objeto de mejorar su calidad de vida y evitar accidentes al caerse o poder lastimarse si se cae durante alguna crisis de vértigo, el manejo para evitar el daño que se genera con las náuseas y el vómito en ocasiones repetido y con manifestaciones de lesión incluso del tubo digestivo.

Los medicamentos se le dará Difenidol, meclizina, vontrol, prometazina, Vomesin, torecan, incluso hasta Valium con el objeto de disminuir ese vértigo tan incómodo e incapacitante. Incluso en algunos pacientes, se recomienda hasta un diurético, ya que al deshidratar un poco a estos pacientes mejoran, así como disminuir la cantidad de sal en su ingesta, y una vez controlado hacer una rehabilitación para ejercicios de movimiento. Se tiene que realizar colocación de audífonos, en algunos casos aplicación de dispositivos de ventilación de Meniett, como tubos de ventilación.

Estos tratamientos conservadores pueden llegar a fallar y entonces se usarán inyecciones directo al oído medio con objeto de disminuir el vértigo, aun lesionando la función auditiva, con esteroides o incluso con gentamicina conocido antibiótico sumamente ototóxico, o bien llegar hasta la cirugía, sacando el líquido del saco endolinfático quirúrgicamente, con drenajes externos para evitar acumulo del líquido endolinfático, hasta llegar al corte del nervio vestibular, mediante una liberintectomia, tratamientos ya pensados en paciente con daño auditivo irreversible.