Muerte cerebral

0
1098

Por Dr. Manuel Portillo Serrano

Gastroendoscopía/Gastrocirugía

La muerte cerebral o muerte encefálica es “muerte basada en la ausencia total de las funciones neurológicas”. Y legalmente es el cese o paro de toda función neuronal que sea completa e irreversible, todo esto secundario a la falta de aporte sanguíneo al cerebro por un periodo largo de tiempo o bien una lesión cerebral severa, entendiendo que la muerte cerebral es totalmente irreversible, y desgraciadamente permanente.

Las principales causas de muerte cerebral en nuestro mundo actual son accidentes automovilísticos, heridas por proyectil de arma de fuego, accidentes en motocicleta, caídas de mucha altura, aneurismas rotos, ahogos, ahorcamientos, hipoxia por cualquier razón, al cerebro que no le llegue oxígeno por más de 12 minutos hasta 15 minutos al cerebro por cualquiera de las razones anteriores, quedará en muerte cerebral.

¿Cómo llegamos a este fatal diagnóstico?

Incluyendo exámenes desde el físico completo, valorando si el paciente puede tener automatismo cardiaco y respiratorio sin soportes artificiales o mecánicos, observando que las pupilas no reaccionan a la luz, se quedan midriáticas y sin ninguna respuesta a ese estímulo luminoso, no se desencadena el reflejo nauseoso al estimular la faringe con un abatelenguas, y no hay reflejo de pestañeo al tocar las pestañas del paciente.

Pero existen tres pruebas que son sumamente importantes para el diagnóstico final de una muerte cerebral.

Primero, el electroencefalograma, que muestra inactividad eléctrica cerebral y es totalmente negativa; le sigue la arteriografía cerebral, mostrando que no hay un arribo adecuado de sangre al cerebro, y por último, una TAC cerebral, incluyendo en esta una resonancia magnética ultrasónica, que al igual manera muestran inactividad cerebral, aclarando que el paciente no está en coma, está en muerte cerebral, no habrá posibilidades de recuperarse, literalmente nunca.

Y como no tiene la posibilidad automática de modular su respiración, se debe conectar a un respirador automático del cual dependerá para la respiración y al entrar oxígeno a sus pulmones también hará que su corazón trabaje, no su cerebro, ese ya no trabajará nunca más.

Esta parte del automatismo cardiaco desconcierta mucho a los familiares, ya que ellos piensan que está vivo y normal, solo dormido, porque su corazón late adecuadamente, pero realmente se encuentra manejando un automatismo cardiaco que se sostiene por el aporte de oxígeno, pero de esa sangre ya no irriga al cerebro o si le llega ya no realiza su función de oxigenar, ya que el cerebro está en “muerte cerebral”.

Para la realización de todas las pruebas mencionadas, debemos de efectuarlas con el paciente sin nada de drogas o medicamentos, por eso se deben retirar todos los sedantes y tranquilizantes del cuerpo de ese paciente, para poder realizar las pruebas, sin ningún efecto de sedantes, tranquilizantes o anticonvulsivantes y concluir con un diagnóstico definitivo.

Descartar que el paciente no se encuentre en coma, en un coma sí hay actividad cerebral y queda la posibilidad que pueda recuperarse, no sabemos en qué tiempo, pero sí pueda llegar a recuperarse, situación que no pasará en la muerte cerebral, en esta ya no hay posibilidad de recuperación, el paciente vivirá mientras esté conectado al respirador, cruel, difícil, algunos familiares de estos pacientes esperan un milagro, que desgraciadamente no se dará, uno mismo esperaría que uno de estos milagros sucediera, pero sabemos que desafortunadamente no se dará.

En esta etapa la familia es más vulnerable, ya que se tiene que decidir el tiempo que se pueda dejar conectado a ese respirador, es momento de hablar de donación de órganos, es tiempo de solicitar interconsultas con apoyo psicológico, psiquiátrico y con el Tanatólogo, y tomar la mejor decisión para el paciente y, claro, para la familia.

Un hospital no podrá dejar a ese paciente por mucho tiempo con asistencia ventilatoria, máxime sabiendo que es irrecuperable, tema muy difícil, tema muy árido, y que en esta época de muertos nos acerca más a pensar en estas posibilidades.

Gracias.