Por: César Cabrera
Contrario a lo anunciado por la corriente democrática del magisterio michoacano, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) negó de una suspensión de clases, así como un boicot al inicio del mismo, el cual está programado para el próximo lunes siete de enero.
Sin embargo, de acuerdo con Fernando Ariel García Cisneros, coordinador regional de la sección XVIII, el regreso a las aulas se da en medio de una serie de adeudos por parte del gobierno del estado que de no cumplirse a la brevedad, podrían derivar una serie de movilizaciones.
Vía telefónica, el dirigente de la corriente institucional anticipó que dentro de estas acciones se encuentra una protesta en el Palacio Municipal y Congreso del Estado, así como un encuentro con el delegado federal en el estado, Roberto Pantoja Arzola y un paro de labores.
Del mismo modo, dijo que de ser necesario, se sumarían a las actividades que desarrolle la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) puesto que “cada quien y a su manera”, velan por los derechos de la clase trabajadora, según observó.
García Cisneros, indicó que en la región son al menos de 1,500 a dos mil los maestros afectados por los adeudos que van desde la devolución del Impuesto Sobre la Renta (ISR) de la primera y segunda parte del aguinaldo del 2017 y del 2018, al igual días trabajados, entre otras prestaciones.
De manera individual, precisó que a cada maestro le adeudan entre 25 mil y 30 mil pesos.
