Crisis de pánico

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Por Dr. Manuel Portillo Serrano

Gastroendoscopía/Gastrocirugía

Miedo a morir, cuando el pensamiento de un ser humano, o lleva a suponer o pensar una muerte inminente, se desencadenará una crisis de pánico, las vías para llegar a ese pensamiento son variadas, una de las más comunes es un padecimiento físico que haga que el paciente piense que va a morir, que tiene una muerte inminente.

Por mi especialidad, le explico: un paciente que presente un ERGE (Enfermedad por Reflujo Gastroesofágico), que tenga una crisis de reflujo y que ese ácido y pepsina que ascienden por el esófago del estómago, llegue a irritar el esófago en forma importante, generará incomodidad severa, misma que podrá generar ardor o dolor retroesternal, atrás del esternón y este malestar desencadena, por la liberación de adrenalina, una taquicardia, aceleración del corazón, el cual es fácilmente detectado por el paciente, aunado al ardor dolor retroesternal, harán una mezcla en el pensamiento de ese paciente, que será el gatillo detonante para que su mente suponga una muerte inminente y se le presente una crisis de pánico, donde llorará, pedirá ayuda y correrá a un servicio de urgencias con la seguridad de que se está muriendo, solicitará oxígeno, electrocardiogramas y estar cerca del equipo rojo y del área de shock, porque él siente y sabe que se puede morir, se le practican los exámenes de urgencia, tanto de laboratorio, toma de signos vitales y el electrocardiograma, como parte del protocolo del servicio de urgencias, así como toma de enzimas de escape de infarto y hasta radiografías y no pocas veces hasta ultrasonidos y tomografías, para decirle al paciente: <señor, todos los exámenes y pruebas que le realizamos dentro del protocolo de urgencias son perfectamente normales>, e inmediatamente el paciente tenderá a  tranquilizarse, pero no quitará de su mente que se vio en un peligro inminente de muerte, y que desafortunadamente esa crisis, bajo las mismas circunstancias, a la misma hora, le podrá suceder de nuevo, y lo peor, sí le vuelve a suceder.

Todo se desencadena con la mezcla de un padecimiento somático, o sea del cuerpo, como el caso que les menciono del ERGE, y esto aunado a alto factor de depresión, con una percepción exageradamente fuerte, más la liberación de catecolaminas corporales, como son la adrenalina y noradrenalina, neuro transmisores encargados de la preparación del cuerpo a defenderse o a huir, que son perfectamente normales en su liberación, ya que ese cuerpo se estará preparando para huir o defenderse, según le convenga a su instinto de conservación, como una respuesta totalmente fisiológica y que desafortunadamente el paciente proclive a presentar una crisis de pánico, responderá con exageración, sí, una exageración, que ni el mismo paciente percibe, pero de todo no se da cuenta.

Un paciente con estos cuadros debe ser atendido adecuadamente por un equipo multidisciplinario tratando él área de gatillo por un especialista en el área, en el ejemplo que le menciono  en este artículo inicialmente por Gastroenterología, y secundariamente por él área de psiquiatría, así como un nutriólogo y ocasionalmente por el área de psicología para una terapia conductual, este sería el esquema perfecto para el manejo de este tipo de pacientes, si el síntoma gatillo es del corazón, lo deberá valorar el Cardiólogo, si el foco es en el pulmón, el neumólogo, si es en la garganta el otorrinolaringólogo, y médicamente dependiendo el órgano inicial y resolver el problema que está desencadenando las crisis, en mi ejemplo la enfermedad por reflujo gastroesofágico, para brindarle seguridad a ese paciente, seguridad en el manejo médico y seguridad en sí mismo.

Quien le diga que no le tiene miedo a morir, le estará mintiendo, desgraciadamente es un camino que como los impuestos, todos lo vamos a cruzar, la muerte, pero ese miedo a morir orilla a una persona a manifestar una terrible crisis de pánico, como médico lo entiendo, como profesional de la salud debo ayudar a ese tipo de pacientes y afortunadamente lo diagnostico a tiempo, pero imagínese a los familiares de ese paciente, que le digan a la esposa o al esposo <me estoy muriendo>, el pobre sin saber qué está pasando pensará que puede ser cierto y se llevarán el susto de su vida, siendo luego ellos los enfermos por tanta presión que vivieron con su enfermito.

El siguiente manejo médico lo establecerá el psiquiatra, que le hará su evaluación y le administrará el tratamiento médico que requiera, habitualmente tranquilizantes tricíclicos, y siguiendo con un IRS (Inhibidor de la Recaptura de Serotonina), y una vez pasadas las crisis, será candidato a psicoanálisis y terapias ocupacionales y de apoyo.

Desafortunadamente estar en crisis de pánico es más común de lo que usted se imagina, y puede llegar a padecerlo cualquier persona, rica, pobre, culta, inculta, alto, bajo, güero, moreno, todo tipo de personas estamos expuestos a presentar una crisis de pánico, de ahí que se recomienda su adecuada valoración médica secuencial y ordenada.

Muchas urgencias en área de recepción de pacientes son de este tipo de diagnósticos y muy poca o nula atención se le brinda a ese tipo de pacientes, y deben ser tratados con toda la responsabilidad y profesionalismo, para evitar que vivan ese infierno de vivir con una prolongada crisis de pánico.

Gracias.