Tratando de tapar el sol con un dedo

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Por Ernesto Salayandía García

Nadie escarmienta en cabeza ajena

Hay más expendios de vinos y licores qué escuelas.  Por supuesto que hay más narco tiendas qué parques recreativos, y hay un mundo de jóvenes que han tomado la decisión de hundirse en el mundo de las drogas,  la cerveza es una droga y el consumo de cerveza en el norte del país es un consumo gigante,  es increíble como estos jóvenes se mantienen prendidos de la botella.  Perdiendo con  la adicción sus reflejos claro,  el sano juicio,  es muy lamentable que la juventud de México este secuestrada por el alcohol y las drogas y es a todos los niveles socioeconómicos,  lo mismo sucede entre las comunidades tarahumaras, como también, las  menonitas como en todas las clases sociales conocidas,  hay serios problemas de adicciones,  de drogadicción y de decadencia juvenil,  los hechos hablan por sí solos,  parece ser qué a los papás de estos jóvenes,  de estos niños drogadictos,  les importa un comino el destino de sus hijos,  la droga tienen jaque a la sociedad por la inseguridad,  por la ola de robos,  las violaciones,  el robo hormiga,  los accidentes de tránsito y esta ola de sangre que no se detiene en ningún rincón de México y a pesar de los pesares, de que todo mundo sabe cuál es el futuro que corre un niño,  un joven drogadicto,  a pesar de ello ni el Gobierno Federal y  ni el estatal,  ni los presidentes municipales tiene la óptica de este severo y grave problema que arrasa a la población infantil,  parece mentira,  pero los padres,  como que son los que empinan a sus hijos a que caigan en este laberinto y el gran problema de las drogas,  nacen  en los hogares disfuncionales,  es ahí donde nace se hace un adicto,  pero también es ahí donde escriba la solución,  siempre y cuando tomemos conciencia de la magnitud de esta perra maldita enfermedad perversa del alma,  qué erradica la vida de seres inocentes,  que no llegan a cumplir los 25 años sin que las drogas les cobran la factura.  en lo personal yo no he visto a nadie que le gané a esta enfermedad y  sí eh visto a muchos recuperados y conozco adictos que lograron abrir la puerta de la libertad,  conozco hombres y mujeres,  que están luchando por su recuperación y porque conozco a fondo este cáncer,  por ello me lleno de decepción de que la sociedad permanezca indiferente,  apática y permanezca cruzada de brazos y contemple como se desmorona la vida de los jóvenes adictos y vean todas las consecuencias que las conductas y sustancias tóxicas provocan en un individuo y dato curioso,  pero la gran mayoría de nosotros maneja una cultura equivocada,  la cultura de tapar el pozo después del niño ahogado,  solamente cuando ven que su hijo perdió los estribos por la droga es cuando empiezan a pedir ayuda es  cuando quieren leer cualquier libro que hable de adicciones y aunque nunca es tarde para empezar, siempre vale la pena intentarlo porque sí se puede salir de este infierno y  si es posible vivir la vida en libertad y con amor.

Tapar el sol con un dedo.

En 20 años de recuperación y de escribir semana a semana mi columna de adicto adicto,  he podido publicar más de 1000 artículos diferentes y los temas no se me agotan.  siempre hay algo de qué hablar y a veces pienso que estoy cometiendo un gran error en tratar de convencer a la sociedad y al gobierno de que hagan algo respecto a las conductas y sustancias tóxicas en los jóvenes y niños,  veo que no lo han vivido,   a conciencia, aunque sé que muchas autoridades tienen el problema en ellos mismos,  vaya son alcohólicos y dependientes de algún tipo de sustancia o tienen hermanos drogadictos o su descendencia es de padre y abuelo alcohólicos y  aunque conocen el problema y lo vivieron en carne propia,  no se han puesto las pilas para enfrentar a esta perra enfermedad y ahora se piensa que para resolver este gravísimo problema,  la salida es la legalización,  en la producción,  el consumo y la distribución de sustancias tóxicas,  desconocen los que piensan así,  cuál es lo grave del problema y el punto débil de este criterio,  es que la población entera está enferma emocionalmente,  somos propensos de caer en cualquier tipo de adicciones,  estamos muy frágiles debido a la genética y  al medio ambiente,  donde la gran mayoría de nosotros se desenvuelve en las escuelas,  en los centros de trabajo,  en las empresas,  las adicciones son  tan palpables,  ahora nos enfrentamos a nuevos métodos tóxicos como la farmacodependencia cuyo índice de adictos es meramente impresionante,  de ahí el hecho de que existan tantas farmacias casi una  en cada esquina y entonces cuando emito el mensaje me da la impresión de que pretendo tapar el sol con un dedo.

Un abismo profundo y negro

Una noche, como muchas otras, sufría de desesperación por no poder respirar bien, tenía dificultad al inhalar oxigeno debido a que mis fosas nasales estaban completamente taponadas,  secas, con costras de cocaína, mi quijada, entumida, enclochada como mis manos y brazos, desesperado, me eche gotas para la nariz, drogado me fui a la estufa y puse una hoya con agua y vicvporru, lo jale, una y otra vez, sin lograr mayores resultados, me unte vaselina, me puse gotas para los ojos y nada, no podía respirar debido a los enormes tapones de mucosidad  en mis orificios nasales, secos y por la porquería, generándome dolor en el tabique y una enorme frustración por no poder respirar. Me llene de miedo, con una ansiedad extrema, cansado, sudando, caí en mi cama boca abajo.

El escenario de cualquier mediocre

Puedes visualizar mi recamara, la de un borracho drogadicto, maniaco depresivo, ropa sucia tirada por todos lados,  los, ceniceros desbordando ceniza y colillas de cigarros, papel de baño sucio, clínex, calzones, calcetines, imprentados de mocos con sangre, me sonaba la nariz  con las sabanas, fundas, con cualquier cosa, me daba pereza levantarme al baños, puedes ver, vasos medios llenos, medios vacíos, platos, cubiertos, tasas y mucha basura, por supuesto, el cuarto olía a los mil demonios y yo, pasaba ahí hasta cinco días sin salir, sin bañarme, fumando un cigarrillo cada diez minutos y bebiendo, periqueando e inyectándome a cada momento, tres miligramos de morfina sintética, ahí estaba hundido en depresión, sin fuerzas, atrapado por la maldita rutina de sustanciarme, de trágame un mundo de pastillas antidepresivas, no hubo poder humano que me sacara de ese infierno, no podía parar, recuerdo, que después de días de abstinencia, que los tuve, yo lloraba cada vez que inhalaba el primer pase de cocaína, recuerdo con tristeza, como  esa noche, porque sabía perfectamente lo que venía, la tormenta  de las emociones que me secuestraba y se adueñaba de mi vida.- No puedo respirar, voy a morir asfixiado.-

Toque fondos, pero no fueron suficientes

Mi cuerpo agotado, débil, después de haberme chutado la botella de vodka que consumía todos los días, rendido por haber inhalado durante el día y la noche, más de 15 pases de cocaína, asqueado por haberme fumado cerca de tres cajetillas de cigarro, súper drogado  por la combinación de morfina y fármacos, por supuesto,  atormentado por mi mente enferma, mis pensamientos psicóticos, patológicos, recurrentes, por mi celotipia y mis obsesiones mentales, lo que hora llamo, secuestrado por la loca de la azotea, así, fue un parte de mi agonía, encerrado en la soledad de mi recamara, con delirios persecución, generando que dos tipos estaban adentro de los conductos del aire acondicionado, yo dormía con cuchillos, oía sus pasos y risas, en las rejillas de las paredes, ponía papel periódico o trapos imprentados de alcohol, les prendía fuego y escuchaba como corrían y yo los perseguía con los cuchillos, queme mi casa cuatro veces, yo  los vi, los escuche y me lleno de miedos. Nadie me creía, me catalogaban como loco.- Lo estaba?-

Un pobre diablo, muerto en vida

Esa noche, mi cuerpo cayo boca  abajo en mi cama King sisé, cansado de mis excesos, rendido y ya dormido,  vi una cara  en mi mente, luego, entre a un largo túnel negro y vi, sentí, como dos caras mías se movían con gran fuerza, tratando de chocar una con la otra, fue una sensación extraña.- Demasiado rara-,luego caí en un abismo, como diría el poeta, profundo y negro, toque fondo y la oscuridad era inmensa por todos lados, después, vino el silencio absoluto, cero ruido y ahí se perfectamente que estoy muerto y no respiro, en ese instante, le grito  a Dios.- Dios, Dios, no quiero morir, por favor, Dios, no quiero morir- Me levanto sudando, temblando, lleno de miedos, me voy al baño y me miro al espejo, soy la tristeza arrolladora, mis hombros caídos, mi mirada apagada, mi piel amarilla, seca, áspera, lo blanco de mis ojos, que se llama esclerótica, ofrece un café cenizo, ojeroso, apagado sin luz, me miro y lloro frente a mi rostro deprimido.- Estúpido, estúpido, mira lo que has hecho con tu vida, eres un vil mediocre, drogadicto, estas en la ruina.- Sigo llorando y me sigo viendo, muy decepcionado de mí mismo, sé que tuve un paro respiratorio, que estuve muerto y que Dios me dio una oportunidad, porque cuando comencé a despertar, vi, sentí una fuerte luz, esplendorosa dentro de mi.- ernestosalayandia@gmail.com  614 256 85 20.