Se quejan de que les quitarán Prospera y no les llega Bienestar

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Por Francisco Rivera Cruz

“Nos sentimos robados, el gobierno (federal) pasado nos daba un apoyo que servía para comprarle medicinas y moverlo a sus citas. El cambio de gobierno nos arrebató todo, y por el contrario nos ha quitado tranquilidad y tenemos que pagar lo que no tenemos para ir a informarnos, y nomás no llega el apoyo”.

Lo declara una de las personas que se dicen afectadas del Programa Bienestar del gobierno federal, porque el apoyo económico para sortear alguna enfermedad o inmovilidad física, no lo ven venir, y de seis casos que llegaron a esta redacción, la mayoría se queja del trato que encuentran en la Oficina Regional de Bienestar a cargo de Armando Flores Anguiano.

Lucina Guevara, se dice madre de un par de criaturas con necesidad de apoyo. Uno es sordomudo y otro tiene una deformación en la columna que le está atrofiando el pulmón, y señala que desde hace más de un año fue censada y si bien ha sido atendida en la Oficina de Bienestar y ha dejado en cinco ocasiones su número telefónico, no llega el momento de una respuesta positiva, expone en un video que nos proporciona.

La señora Adela Morales, una indígena proveniente del estado de Guerrero, avecindada en la colonia Flores Celeste, de la tenencia de Las Guacamayas, dijo que dejaron su tierra para venir a buscar oportunidades en Lázaro Cárdenas, donde su hijo Roberto Jesús Morales, empezó a enfermar de ataques epilépticos, que le van agravando su salud.

“El otro día, apenas, perdió sus dientes en una fuerte caída, yo, que trabajaba (de empleada doméstica) tengo que cuidarlo, y su papá, trabaja en el campo, porque por su edad (62 años) no lo quieren en empresa, pero apenas sale para que comamos, nos falta con qué comprarle medicinas a mi hijo de 31 años”.

Antes nos daban Prospera, nos lo quitaron y no llega ningún respaldo, agrega. Explica que le han pedido que periódicamente acuda a ver si ya le ha llegado apoyo de Bienestar, “y nada, sólo perdiendo tiempo y gastando lo que serviría para tortillas”, al tener que pagar pasaje de Las Guacamayas a Lázaro Cárdenas.

En una casita de cartón y madera, prácticamente bajo cableado de alta tensión, en el llamado Sector Ocho, frente al campo deportivo de la colonia Lucrecia Toriz, dice que con el gobierno actual su familia está peor que antes. Le llegaba “un poquito de dinero” que servía para los medicamentos y llevar al médico a su hijo.

Herculano Moreno, mediante un video, que nos hace llegar señala que a sus 79 años no halla trabajo porque tiene un grave tumor en el estómago. Señala que lleva dos años solicitando apoyo y de que fuera censado por los Siervos de la Nación, “y seguro ya los enfadé porque ni me dejan arrimar a la oficina de Armando (Flores), el hermano del diputado”.

Otro caso es el de Isidro Guillermo, quien también a través de imágenes nos muestra que le fue amputada su pierna izquierda y sobrevive sin apoyos. Narra que fue censado hace poco más de un año y no logra obtener ayuda social hasta ahora.

La señora Farías, quien atiende a su hija próxima a cumplir dos años, la cual padece de hidrocefalia y espalda bífida, declaró que la atención en la representación local del programa federal Bienestar, “deja mucho que desear”. Narra burocracia.

Expone que en marzo del año pasado fue censada y no es hora que reciba un apoyo. En el intento de saber qué pasaba, se encontró con Armando Flores, quien la atendió pero no supo explicar la situación.

“Volvieron a registrar mis datos, pero no me informan por qué no está activa mi tarjeta, qué puedo hacer, porque lo cierto es que tengo que hacerle frente a la atención médica y las terapias”, expone.