Dos empresas portuarias afectadas con regreso al combustóleo en CFE Petacalco

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Por Francisco Rivera Cruz

Tras la determinación de producir energía eléctrica por combustión de combustóleo en lugar de carbón mineral en la Central Termoeléctrica “Presidente Plutarco Elías Calles”, de Petacalco, Guerrero, ecologistas han advertido problemas ambientales, pero de momento, el impacto es para dos empresas portuarias.

Es el caso de terminal de Carbonser, construida por Grupo Mexicano de Desarrollo y operada por la firma ítalo-argentina Techint Internazionale, que desde 1995 opera patios con servicios de descarga, almacenamiento y traslado por una banda de 14 kilómetros de carbón mineral para Comisión Federal de Electricidad (CFE) Petacalco.

En el otro caso, se trata de Terminales Portuarias del Pacífico (TPP), firma con patios especializados en manejo de graneles minerales y derivados del acero, equipada de grúas de última generación.

El aumento en la utilización de combustóleo para la generación de electricidad, ha desfavorecido a las terminales portuarias que opera Grupo Mexicano de Desarrollo (GMD) en el puerto de Lázaro Cárdenas y Altamira, al ver reducidos sus volúmenes de carga, reportó la Bolsa Mexicana de Valores.

La terminal Carbonser, que opera en conjunto con Techint de México, manejó alrededor de 3 millones de toneladas de carbón, lo cual se traduce en una caída interanual de 72.9%, debido a que en 2019 esa terminal transfirió poco más de 11 millones de toneladas, de acuerdo con reportes financieros de la firma durante 2020.

La disminución en el manejo de carbón varía conforme a los envíos que solicita la CFE de acuerdo con su plan de generación y mantenimiento, conforme a lo expresado por GMD a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).

De igual forma, Terminales Portuarias del Pacífico (TPP), que opera en el puerto de Lázaro Cárdenas junto con otros 4 socios, manejó aproximadamente 719,100 toneladas de granel mineral, representando un 49.6% menos si se comparan con poco más de 1.4 millones toneladas alcanzadas en 2019, año en el que la productora de energía utilizó a TPP también para el suministro de carbón con destino a la central de Petacalco.

En resumen, mientras ambientalista empiezan a poner los ojos en la bahía de Petacalco, donde reportan cada vez mayor presencia de cenizas y polvo negro, lamentando que no haya quién detecte el dióxido de azufre (SO2) en la atmósfera, dos empresas en Lázaro Cárdenas pierden ritmo laboral y empleos por abandono del carbón mineral.

Pero no es todo, la terminal Cooper/T. Smith de México, que opera también GMD junto con Cooper/T. Smith Stevedoring Company en el puerto de Altamira, Tamaulipas, también sufrió una pérdida de carga con alrededor de 3.4 millones de toneladas de minerales a granel, cifra menor en 46.4% respecto de poco más de 6.3 millones de toneladas de 2019.

Solamente en las dos terminales de GMD, Carbonser y Cooper/T. Smith de México, se reportaron ingresos en 2020 por aproximadamente 589.7 millones de pesos que, comparados con 645.8 mdp reportados en 2019, equivalen a una disminución del 8.6 por ciento.