Al Covid-19 debemos verlo como una enfermedad más; mata el miedo: Basurto

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Psicoterapeuta Abel Basurto Ramírez.

Por Francisco Rivera Cruz

La falta de un programa que fortaleciera la salud mental por parte del gobierno causó y está causando muchas de las muertes por Covid-19, de acuerdo al psicoterapeuta Abel Basurto Ramírez, para quien el refugio para evadir la situación, las redes sociales, dejarán un grave costo a la salud y a las emociones.

En charla, el especializado como psicoterapeuta Gestalt, egresado del Instituto de Terapia Gestalt Región Occidente, (Integro), de Guadalajara, Jalisco, cree que al descuidarse la salud mental, se dejó la puerta abierta al SARS-Cov2.

Cuando el problema sanitario empezó, hubo rechazo a aceptarlo, es un proceso porque el cerebro no está preparado, por eso el mecanismo de choque, negación y considerarlo un invento. Y hasta ahora, parte de esa incredulidad ha costado 237 mil muertos en México y más de 4 millones en el mundo.

En nuestro país, se trata de 237 mil familias que requieren apoyo profesional del tanatólogo, que se encarga del acompañamiento en la pérdida, que evite se llegue a depresiones, trastornos de ansiedad generalizada, incluso suicidios, en los dolientes.

No es fácil asimilar el duelo, cuando cambian los tiempos y las forma. Anteriormente, había un ritual, un novenario, el cuerpo presente, ahora de la noche a la mañana te quedas sin nada, y nada, es nada, porque el familiar ingresa al hospital y ya no lo vuelven a ver, lo cual deja impresión de vacío, que genera muchas sensaciones de ansiedad.

Adentra el también especializado en liderazgo e inteligencia emocional, que los gobiernos debieron crear plan alterno de atención psicológica, porque para contratar a un especialista a muchas familias no les es posible ya que en la pandemia algunos perdieron el empleo o los ingresos y otros se gastaron en el intento de recuperar la salud del familiar.

Con un especialista, situó Basurto, cuesta entre 300 y 600 pesos la sesión, y el gobierno o algunas instituciones de salud, tal vez, deberían diseñar un plan. Sin embargo, en México, sólo hay mil siquiatras para atender más de 130 millones de habitantes. Una probabilidad muy mínima de recibir apoyo.

Psicoterapeutas tampoco hay muchos, pero lejos de que haya pocos profesionales, no hay cultura de acudir al especialista de la salud mental, porque lo asocia a estar loquito, desquiciado, frágil mental, entonces el recurso es la construcción de “solo puedo, y creo que no es así”.

Tendremos problemas sociales postcovid, se le cuestiona, de inmediato sostiene: Tenemos ya problema de comportamiento social, desde el momento que inició esto, hay trastornos de ansiedad que se ven reflejados en la socialización de la gente, hay fobia social, para algunos es ya no tocar y no salir, a pesar que las medidas preventivas podrían mitigar riesgos.

“Hemos perdido la capacidad del contacto físico y visual. En cambio, se han construido eventos traumáticos y nos hemos refugiado en las redes sociales, frías, que nos alejan de la parte cálida humana”.

México, uno de los países más efusivos del mundo, de estrechar la mano, abrazar, saludar de beso, pasó a perder la capacidad de efusividad. Es consecuencia de lo que ha venido pasando. Puedo traer efusividad, pero el otro lo detiene el miedo, el cual paraliza, hace perder capacidad de soñar y roba la respiración.

Con seguridad, dice el también conferencista, una asistencia terapéutica en la pandemia, hubiera ayudado a mucha gente, porque se muere de miedo. Un apoyo permitiría asimilar al Covid como una enfermedad más, sostiene.

Recuerda que cuando apareció en VIH, los tratamientos se acompañaban con apoyo psicológico  y terapia médica, lo cual evitó el caos, es decir se supo manejar aquella pandemia.

Científicamente se ha probado que la gente que ríe, mantiene alegría y gozo, tiene un sistema inmunológico muy fortalecido, en comparación con quien tiene miedo, angustia y depresión, que es quien colapsa su inmunidad. La enfermedad entra en un sistema vulnerable y ataca el virus en la parte más débil, que no en todos es igual, puede ser corazón, riñón, pulmones, sistema respiratorio, donde vea oportunidad.

Con las redes sociales, lo preocupante, es que en unos años tendremos daño en salud visual y emocional, estamos estropeando nuestro cuerpo al estar horas pegados al celular, y no pocas veces mal orientándonos.

Siguiendo estadísticas, ocupados en que ya murió un compañero de trabajo o vecino, mentalmente estamos gestionando catástrofes, tragedias “y si muere mi papá, si muero yo”.

Hay gente que incluso dice no quiero que me cremen, me da mucho miedo. Ni se ha muerto y ya está pensando en su funeral.

Las recomendaciones, dice Abel Basurto, es ver la enfermedad como una más, no tomarla como la que a todos va a matar, sin esa probabilidad, está en nuestras manos cuidados, pensar positivo, comer sano y ver o leer cosas positivas.

Recomienda finalmente tomar como prioridad la salud mental, regular las emociones y gestionar ideas positivas. El profesionista tiene consultorio en el Hotel Sol del Pacífico, pero atiende con cita previa, marcando alguno de los teléfonos 753-1200850 o 1205643.

“No damos terapia, sino un trabajo psicoterapéutico de seguimiento. Nuestro trabajo no termina en una entrevista, sino cuando el paciente ha recuperado su poder, despeja sus temores, es capaz de pararse sobre sus propios pies y tiene disuelto el miedo, angustia o ansiedad, que haya alojado”.