El Consejo Ciudadano

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Por Lic. Ramón Segura Arreola

Visitador Auxiliar de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos

El síndico y los regidores eran el consejo ciudadano, en los inicios del Municipio, (ahora que vamos a celebrar su cumpleaños) eran personas que se dedicaban a sus labores, a sus quehaceres cotidianos, y cuando eran requeridos para sesionar, como junta de cabildo, los convocaba el Presidente Municipal, por conducto de su Secretario Municipal, el Secretario no tenía derecho al voto, solo a levantar las actas de cabildo y los acuerdos que ahí se tomaran por mayoría de votos, el voto del Presidente era un voto de calidad en caso de empate entre los regidores y el síndico.

Eran cuatro regidores y el Síndico, aprobaban el orden del día, y escuchaban el cumplimiento de los acuerdos o avances de lo que habían aprobado en las sesiones anteriores, era una sesión mínima por mes y se llevaban a cabo las sesiones extraordinarias que fueran necesarias, no se les daba ni para la gasolina, solo se les invitaba agua o refresco y sí acaso una comida si la sesión se tardaba mucho, para que se cumplieran sus acuerdos el Presidente tenía un tesorero y un inspector de policía.

Hace medio siglo de esa forma de gobierno, se dejó de trabajar así y ahora con la llegada de regidores plurinominales, ser regidor es volverse muy rico, pues se calcula que se están llevando un millón de pesos al año, entre su salario, viáticos y prestaciones.

Debemos instaurar un nuevo consejo ciudadano, que vigile, que se cumplan los reglamentos, que vigile que no se gaste, si no que inviertan los impuestos prediales en la misma ciudad. Que tengan personalidad para presentar demanda sobre funcionarios y empleados municipales que hagan mal uso de las autorizaciones, a que tienen derecho por reglamento, pues el Municipio no está autorizado a hacer leyes.

Que tengo competencia en el deporte, la cultura, la educación, la vialidad, la ética, la moral, que este consejo, revise la actuación de cada funcionario y para verificar que tengan modo honesto de vivir, que este consejo, venga de atender sus tareas diarias y que cada mes revise la actuación de la comuna, sin recibir salario

Se que es un grito en el desierto.

Es cuánto.