* Si no está dispuesta a mostrar o a clarificar lo que se le pide, es que algo esconde, dice el presidente del CCT, Alfonso Castillo Abogado.
Por Francisco Rivera Cruz
“Se está exhibiendo sola y lleva a pensar que si no quiere mostrarse es por algo”, señaló Alfonso Castillo Abogado, presiente del Consejo Ciudadano de Transparencia, al pedírsele opinión de la solicitud de la alcaldesa de esta ciudad y otros ayuntamientos morenistas michoacanos, de no ser auditados en la operación de recursos federales.
“No te voy a contestar la pregunta, pero te voy a poner algo para pensar: si no estás dispuesto a mostrar, algo ocultas; algo está mal hecho. Simplemente a un manejo darle vuelta, es un error, la señora está mal asesorada; no quiere que revise la ASM, entonces presentaremos la denuncia con el auditor federal”.
Recordó el dirigente del CCT que se trata de recursos públicos y al ser públicos se tiene que rendir cuentas, “ahora resulta ni siquiera las autoridades que están obligadas a auditarte lo pueden hacer, es una tontería, de risa, muy mal asesorada, se está exhibiendo sola y lleva a pensar que si no quiere mostrarse es por algo”.
Manifestó que cuatro de las observaciones del auditor en Michoacán, fueron denuncias del Consejo Ciudadano de Transparencia, y que tienen que ven con recursos públicos, obra y capacidad de colaboradores, que en puestos clave no están o no son aptos.
Abordado tras acabar un foro ciudadano para recoger el sentir de profesionales de diversos campos de la sociedad porteña, que se ocupó en particular de la transparencia en este municipio, Castillo Abogado, dijo que la participación de la sociedad y su interés en que se informe de los temas públicos, es porque se trata de un medio para que se evite la corrupción.
Cuando las cosas no son transparentes, hay opacidad, se ocultan, es porque seguramente hay algo mal hecho, sin embargo del papel de solicitar rendición de cuentas no es propio del CCT, sino la sociedad que debe estar vigilante; tiene que estar fiscalizando los dineros públicos, lo cual será en beneficio propio de la ciudadanía, anotó.
La transparencia es un derecho de la sociedad, está consagrada en la Constitución, y deben cumplirla los tres niveles de gobierno, los distintos poderes y aquellos organismos que operen recursos públicos, “sí o sí, deben informar sobre sus manejos”.
Las principales víctimas de la opacidad son los periodistas, pero si se coarta el derecho de informar al comunicador, se le coarta a la sociedad el derecho a estar informada, “sin información se tiende la cuna a la corrupción”.
Mencionó que en la lucha de 7-8 años por transparentar la cosa pública en Lázaro Cárdenas, hay avance al haber encontrado caminos y métodos para que se obtengan respuestas, si no aquí, con las vías superiores.
El que fuera primer presidente del CCT, y esté repitiendo al cargo, tras el periodo de Benjamín Rodríguez Álvarez, dijo que cuando se pide transparencia se voltea a ver hacia el Ayuntamiento, aunque también está el Comité de Agua, donde la opacidad y corrupción brotan; o el DIF Municipal, que parece barril sin fondo y sin control.
Comentó que corrupción no solo es robarse el dinero de todos (público), también el desvío de recursos etiquetados, que se gaste en imagen y campañas, que haya colaboradores no aptos para el puesto de que se trate y otras expresiones.
Hoy el método de desvíos es la ayuda social, pero despierta sospechas cuando se destinan a algunos hasta 900 mil pesos, lo que huele a que son los recursos que se están usando para promover imágenes de algunos funcionarios, pagar brigadas que los promuevan en domicilio y las redes sociales.
Es para pagar a trabajadores que no se les reconocen sus derechos laborales, pero están en una nómina, y es que cuando se gasta en ellos semanal o quincenalmente ya se trata de un empleado no un apoyado, y entonces la autoridad está al margen de ley, consideró.
Respecto a que algunos candidatos ofrecen en las campañas políticas transparencia y honestidad, dijo Alfonso Castillo que es un derecho el acceso a la información, así que no debería ofertarse, y en honestidad, debería ser formación y comportamiento de todo aspirante y funcionario o de cualquiera que llegue u ocupe un puesto de gobierno o dirigencia, y que tampoco tenga conflicto de interés.
Para llegar a tener participantes en la vida pública honestos y que hagan rendición de cuentas, depende de los ciudadanos, que se fijen a quién le ofrecen su confianza, cerró.
