* El líder de la AC ambientalista de El Bejuco en Movimiento, Moisés Hernández Lozano, hace un llamado a tomar conciencia sobre el daño que se está haciendo al medio ambiente.
Por Francisco Rivera Cruz
A Dios rogando y con el mazo dando. Para el activista ambiental Moisés Hernández Lozano, deberíamos, en principio tomar conciencia del daño que hacemos al medio ambiente, luego mitigar con recursos propios y a la vez exigir a la autoridad a que asuma su parte de responsabilidad.
El presidente de El Bejuco en Movimiento Asociación Civil, anota que el medio ambiente no puede esperar, urge que asumamos medidas, aunque ocurran más acciones como las del grupo que dirige, que “ha brincado” al gobierno porque está pasmado o nadando de muertito.
Pedir superar el deficiente manejo de basura, tratar las aguas negras, que apliquen reglamentos ambientales y en el ecología colaboren personas con capacidad, no es pedir mucho frente al constante deterioro de ríos, esteros y la calidad de agua y aire, que repercute en la calidad de vida y de salud de todos.
Potencialmente somos responsables de la destrucción de hábitats y de estar destruyendo los espacios de fauna y flora, para producir alimentos, disponer de patios de almacenaje, criar ganado y construir viviendas, con lo que estamos reduciendo la calidad del aire y calentando el ambiente.
Compartió Hernández Lozano que una bióloga, en un curso advertía que con el calentamiento están desapareciendo unas especies y otras sufriendo desplazamiento, lo cual lleva a conflictos de área y nuevas posibilidades a desaparecer porque muchos animales son territoriales, es decir pelean por su lugar.
Uno de los problemas que le pasamos al medio ambiente es nuestra incapacidad de planeación y de escuchar a expertos, saber qué producir y con qué elementos, lo que ocurre no porque la mayoría de nuestras autoridades creen ir de paso, aunque anden de cargo en cargo.
“Si las autoridades correspondientes, de agricultura, ganadería, recursos hidráulicos y ambientales, tuvieran la oportunidad de dialogar de frente, dónde le entra cada cual y todos a la vez, para producir alimentos, maderas, carne, leche y otros, dando oportunidad de regenerarse a la naturaleza; otro gallo nos cantara”.
No tenemos a funcionarios preparados para enfrentar la situación, hombres y mujeres responsables en las áreas que se necesita, “es fácil destruir, a lo mejor ver ingresos por un terreno que era un pantano y dedicarán a patios de almacenaje o vivienda. El impacto pasa a segundo o tercer término; se prefiere ver lo que vendrá como ingreso”.
Caso ejemplo, la costa, donde se destruye y causa daño ecológico, pero se deja paso a consorcios turísticos o a corrales de vacas, es momento de parar arrogancias y parar daño. No se trata de frenar proyectos sino de que sean planeados y que respeten en porcentaje el entorno o trabajen un plan de reposición.
Alguien con dinero –dijo–, compra un predio grande con ojos de agua decidiendo criar ganado, y cuando degrada el bosque se da cuenta que el agua empieza a escasear, por una sencilla razón, acabó con quienes retenían el agua, los árboles, para poner pastizales y carrales.
Al preguntar al impulsor de acciones de mitigación, promotor de educación ambiental y de campañas de limpieza a playas y el boulevard playero, qué podemos hacer, dice de inmediato “hacer conciencia”.
Propone luego, y seguir señalando que los gobernantes también son afectados con el deterioro que se causa a la naturaleza, por lo que es preciso se activen.
Y si a los gobernantes los brinca la sociedad, “que no se enojen porque no le estamos haciendo competencia política ni de competencia gubernamental, estamos ablandando y enderezando lo que ellos no hacen”.
El tema de manejo de basura es grave, consideró, en principio, porque no hay un basurero para alojar la cantidad de desechos que generamos, donde lamentablemente hay otros gastos con prioridad, así que el medio ambiente queda para después.
Todo ayuda a que no se acelere el deterioro ambiental, sobre todo si se hace con voluntad: recolectar basura en playas, la siembra de un árbol, elaboración de composta, hacer menos desechos, reciclar y otras medidas, señala Moisés Hernández.
El líder ambiental se traba, en expresión de molestia, cuando anota que no se sanciona a quien con algo de desechos genera un basurero clandestino, y el problema es que se tira un puño y luego van otros con más y más, hasta tener un montículo de basura.
Ya me cansé, confiesa Hernández Lozano. Poco se ha avanzado en que se logre entender que es un derecho tener un medio ambiente sano, que tengamos responsabilidad por las futuras generaciones, concluye.
