* El activista ambiental hace un llamado a cuidar el vital líquido.
Por Francisco Rivera Cruz
Es de mucha curiosidad, que la celebración de esta fecha del Día Mundial del Agua sea “Agua para la paz”, y es que este recurso natural es parte medular, el agua tiene vínculo con el ser humano, en la dimensión social, económica, cultural, ambiental, política y espiritual, señala el ambientalista Mateo Castillo.
La ocasión debe generar conciencia sobre su uso y manejo, ya que todos debemos ser responsables de su mejor conservación, dijo el representante de México en la Carta de La Tierra.
Y no es hablar de la paz intrínseca, que nos tiene en crisis geopolítica y al borde de enfrentamientos a mayor nivel entre países como Rusia, Estados Unidos, China, Ucrania y las Coreas.
Ahí tenemos una Franja de Gaza sin agua ni alimentos y cómo vamos a llegar a celebrar este 22 de marzo cuando sabemos que hay una crisis de agua, lo que impide mantener la paz, añadió el activista ambiental expresidente del Consejo Estatal de Ecología en Michoacán.
Esta relación del agua para la paz invita a una reflexión para ver la parte intrínseca de ella, desde lo individual hasta lo colectivo, y activarnos para conservarla, manifestó.
“La expresión más cercana que tiene el agua es tu cuerpo, depende del agua, está conformado por agua, y empezando a respetar tu cuerpo puedes generar el respeto al otro; a las fuentes de donde viene este líquido tan vital para tomar, bañar, cocinar y muchas otras funciones y usos”.
Para Castillo Ceja existe una ausencia, una crisis de valores en el ser humano, y uno de ellos es este no respeto al que la Carta de la Tierra se refiere, a la comunidad de la vida: nuestros manantiales, ríos, lagos, mares, que necesitan compasión y surja de nosotros esa necesidad del agua.
Sobre qué medidas asumir para conservar el elemental recurso natural, dijo que hay desde hace mucho tiempo muchas recomendaciones para su ahorro, pero no ha ocurrido nada porque todos esperamos que los demás actúen.
Reflexionó sobre necesidad de mirar al interior de nuestro ser, evaluar hasta dónde estamos cuidando, cuando el agua es la vida misma y todo mundo tenemos una huella hídrica, producto de lo que nos alimenta y todo lo que hacemos, esto podría llevar a que surja la conciencia del cuidado.
Invitó el ganador del Premio Maximo Kalaw por su promoción a la Carta de la Tierra entre instituciones y ciudadanos, a una introspección sobre valores ausentes de los seres humanos, para, sino respetar sí cuidar un inteligente uso y reúso del agua.
Dar respeto y valor del cuidado a nuestros recursos hídricos, los seres humanos somos sabios, aunque ojala no nos pongamos a trabajar en el tema hasta ver surgir o sentir una crisis, deseó.
Cerró comentando que el derecho al ambiente sano es responsabilidad de cada uno, pues no hay ser vivo que no dependa del agua, solo es cuestión de hacer conciencia.
