Por Francisco Rivera Cruz
Para Patricio Ernesto León, activista ambiental mejor conocido como Pato Azulita, se reporta mucha frustración y ofuscación en el mundo por investigadores, activistas, biólogos y quienes están estudiante el ambiente, porque estamos ante sequías, microplásticos, contaminación y sin embargo pareciera que no pasa nada.
La humanidad camina en una psicopatía, cuando una persona no es capaz de distinguir entre bien y mal, anota el impulsor de iniciativas de separación, huertos familiares y producción de compostas.
Opina que el trato que estamos dando al planeta se circunscribe en un ambiente narcisista, antisocial, arrogancia, egoísmo y baja empatía, donde no importan demás sino las ganancias y supuestamente estar bien.
“Humanidad colectivamente no se da cuenta que destruye y es nefasto su actuar. Se aprovecha por muchos la ignorancia, pobreza y explotación, que deriva de los planes educativos que buscando una alineación y enajenación
se han elaborado por corporativas mineras, de alimentos, petroleros, armamentistas y productoras de medicinas, dice.
Un escenario con el cambio climático es liberación de bacterias patógenas que antes tenían control en la selva y los ecosistemas, que contaban con depredadores o barreras que el hombre ha ido a destruir. Ninguna especie puede ser eternamente la que reine.
Los humanos, por ejemplo, teníamos control poblacional con gripa, sarampión y viruela que cobraba millones de vidas. No solamente con las vacunas quitamos lo que nos controlaba, sino asumimos papel de especie depredadora, apunta.
Pato Azulita comenta que al actual paso, nos va a controlar nuestra basura, recordando el caso de la producción de queso, donde la leche es consumida por bacterias que después la excretan queso, pero en espacio limitado que las bacterias terminan muriendo.
De hecho, en algunas regiones del mundo, los humanos estamos perdiendo la capacidad reproductiva, por lo que estudiosos del tema calculan que en décadas, la naturaleza evitará la sobrepoblación con la infertilidad, será un control de la especie.
Sobre por qué no estamos reaccionando a los daños que estamos causando al medio ambiente, el activista dice que sencillamente porque hemos sido enajenados por décadas, no se les enseña a los niños a cuidar en medio ambiente, sino al contrario, los ejemplos son de explotación de los recursos naturales del planeta.
Con esas líneas de educación, los jóvenes no se preocuparán por el medio ambiente, derechos humanos, democracia, por ser críticos, el periodismo libre, bueno no barren ni el frente de sus casas. Se está haciendo que los humanos pierdan convicciones, autodisciplina, moral y ética, que no era mucha esta última, pero había luego que el cardenismo promovió ideales, valores, justicia social, estado de bienestar que se fue desmantelando.
Hoy las políticas son de consumismo, entretenimiento, educación y alimentación chatarra, porque en los planes de estudio actuales, no se inculca amor al planeta, investigar, cuestionar. Lo que está en los planes es que no exista la masa crítica, concluye León Sandoval.
