Según la Coepris, el agua que suministra Capalac es limpia

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Dr. Heber Israel Flores Leal, Coordinador Estatal de la COEPRIS. (Foto: Kike Rivera).

Por Rafael Rivera Millán

En conferencia de prensa el pasado viernes por la tarde, luego de sostener reunión de trabajo con representantes de diferentes sectores de esta región, para presentar los avances en relación a la instalación de un laboratorio para la expedición del Permiso Sanitario Previo de Importación y Exportación de productos a través del puerto michoacano, el doctor Heber Israel Flores Leal, Comisionado Estatal para la Prevención de Riesgos Sanitarios (Coepris), dijo el agua que suministra Capalac a la población es limpia, que no contiene bacterias que pudieran dañar a las personas.

Pero por otro lado, el funcionario de la Secretaría de Salud de Michoacán, señaló desconocer qué estaba pasando con el tratamiento de aguas residuales, por ejemplo de la tenencia de Guacamayas, porque no sabía si funcionaba o no ahí, alguna planta de tratamiento.

Esto luego de que este reportero le preguntara si la Coepris ha establecido algún monitoreo sobre el agua que suministra el Comité de Agua Potable y Alcantarillado de Lázaro Cárdenas, es de mala calidad, sucia y contaminada, contestó que precisamente había realizado un recorrido por las instalaciones del Capalac y que no habían encontrado ninguna anomalía.

Apuntó que es un gran reto proporcionar agua de calidad no solo por Capalac sino por todos los organismos operadores de agua potable de Michoacán, a los que constantemente la Coepris revisa que sus índices de cloración, por lo menos dos veces por mes, sean los adecuados.

Puntualizó que en las muestras que se han tomado en el caso del Capalac, no se han encontrado bacterias que representen riesgo para la salud de las personas que reciben esa agua, y que en los últimos 4 meses, se ha supervisado el saneamiento de pozos y tanques de almacenamiento, donde se ha constatado que se sigue aplicando la cloración del vital líquido, y que aunque es un sistema antiguo, “está en el índice, en el límite normal bajo en negativo, pero se ha hecho el compromiso para darle seguimiento para buscar elevar las condiciones o de tecnificar aún más el suministro del agua”.

Y prometió: “Vamos a hacer una junta de trabajo, para que en un mediano plazo, la mayoría de las personas tengan agua de calidad, pero de momento no encontramos riesgos de brotes sanitarios o brotes de infecciones gastrointestinales, producto del suministro de agua del Capalac”.

Y al preguntarle si sabía de la gran contaminación que todo el día se genera al brazo derecho de la desembocadura del río Balsas, a donde se vierten todas las aguas residuales que produce la población de Guacamayas, que cuenta con mayor población incluso que Lázaro Cárdenas, por no tener en funcionamiento desde años, una planta de tratamiento de aguas residuales, esto fue lo que respondió el doctor Heber Israel Flores Leal:

“Vamos a revisar este tema, no tengo claridad de la falta de una planta de tratamiento, pero hacemos el compromiso de revisar, hay una norma que aplicar de Semarnat, porque a esta dependencia le corresponde el tema de las aguas tratadas”.

Al insistirle este reportero que desde años se ha alertado que en Guacamayas hay el riesgo de un problema mayúsculo de salud pública, por los miles y miles de litros de aguas negras por segundo que corren a cielo abierto, por el obsoleto sistema de drenaje que hay, aguas residuales que van a parar al río Balsas, expresó el compromiso de que si había un riesgo sanitario, se atendería “porque sí debe atenderse definitivamente”.

En torno a la psicosis que se ha comenzado a dar por un presunto rebrote del COVID-19 y de que se estaban aplicando vacunas que en realidad no contenían el antídoto, sino agua, indicó que efectivamente había una psicosis, pero que en realidad no había ningún problema en Michoacán, porque ningún hospital estaba saturado por cuestiones de COVID, y que todas las vacunas que se aplican a través del sistema de salud están certificadas, y más bien advirtió que se debe de tener cuidado de adquirir vacunas o aplicarse alguna que se consiga en lo privado o con vecinos, porque puede que esas sí no estén certificadas y puedan tener algún riesgo en su salud.