Por Ernesto Salayandía García
Emergencia 060
Ahí estaban, yo los veía, escuchaba sus voces, oía sus pasos, yo los sentía que estaban adentro de los ductos de los aires de mi casa, dos tipos, el supuesto amante de mi mujer y un cómplice que querían bajar a mi casa a matarme, corrían de un lado a otro, atrás de los techos y paredes de mi casa, esa casa a la que mi madre le decía, el Castillo de Drácula, era enorme, como enorme mi adicción a la cocina, la que noche tras noche me secuestraba en verdaderas escenas de pánico y terror, mi ansiedad se disparaba al por mayor, sus voces, sus risas y pasos me volvían loco, no lograba consolidar el sueño y dormía con dos cuchillos en las manos, veía claramente mensajes de muerte en las paredes de mi casa.- Púdrete cabrón, vas a morir.- Te vamos a matar.- Muérete culero .- Veía los mensajes por todas partes y todo el tiempo, y las letras, que yo leía, que yo veía, con tinta sangre escurrían, leía los mensajes en las alfombras y luego cuidadosamente echaba talco para que se pudieran ver las hullas de las pisadas de los tipos que me están hostigando, amenazando y burlándose de mí, de repente, colocaba papel periódico echo bolas o trapos y los impregnaba de alcohol, les prendía fuego, salían corriendo, escuchaba las pisadas aceleradas dentro de los ductos y yo corría tras de ellos, queme mi casa cuatro veces, los policías municipales fueron infinidad de noches a mi llamado al número de emergencia, al 060, inspeccionaba, corroboraban mis versiones, tomaban nota y después de dos horas o más de inspección, se retiraban, sin novedad en el frente, no había nada, más que la loca de la azotea me dictaba , mis pensamientos, psicóticos, patológicos, obsesivos, me decían todo lo contrario, perdí el sano juicio, perdí la razón y me volví loco con mis obsesiones, queme mi casa 4 veces, los techos y paredes quedaron ahumados, mas, el humo apestaba en cada rincón del llamado Castillo de Drácula. Puedes ver esa foto, una casa de locos, ropa tirada, zapatos, basura, trastes sucios, todo en decadencia, como mi mente enferma.
Delirios obsesivos Mi mente enferma, anestesiada, era capaz de producir las más sucias escenas, yo la veía teniendo relaciones sexuales, sexo oral y degeneraciones con medio mundo, con mis colaboradores, con mis sobrinos o primos de ella, con albañiles, al igual que con el jardinero o su ginecólogo, con todo el mundo.- Mi mente generaba películas triple x, muchas de esas escenas venía a mi mente mientras teníamos relaciones y muchas me excitaba por el simple hecho de verla como la penetraban o como gozaba ella haciéndolo con otro. Me causaba dolor y placer. Así delato mi mente enferma y dañada.- Mis pensamientos no descansaban y yo suponía y daba por hecho de que ella me engañaba. Me hice pasar por la víctima, cuando yo era el victimario. Yo la hostigue, la denigre, la humille, la escupí y la zurre, la ofendí severamente, mientras que yo vivía bajo el falso concepto de sentirme el ofendido, sin duda alguna, yo me sentía el dueño de su vida, de sus pensamientos, de su pasado y de su presente. Yo sufría por su manera de vestir, por su manera de ser, por sus amigas, por sus comentarios, yo reprimía y explotaba iracundo lleno de odio y sed de venganza, me tornaba violento y muy ofensivo, muchas veces era sarcástico, burlón y me andaba por las ramas. Por las noches, yo inspeccionaba su cuerpo a ver si no traía un chupón o una marca de amor pasional, incluso llegue a levantarle la falda a bajarle los calzones y a tocar sus partes a ver si estaba húmedas y con olor a semen. Llegue a juntar costales enteros de supuestas muestras de su traición, desde ropa interior, pañales, trapos de cocina, colillas de cigarros, revistas, calcetines y muchas, pero muchas cosas más. Me volví loco pensando en que ella me engañaba, luego genere, que ella y su supuesto amante querían matarme y por ello dormía anestesiado y con dos cuchillos en las manos. Loco, con delirios de persecución, ansiedad y pánico. Loco. Para mí los celos, se cuecen aparte de mi enfermedad emocional tan compleja. Cierto es que encierran inseguridad, baja auto estima, miedos, descoyuntes sexual, traumas, daños emocionales, hipersensibilidad y todo en su conjunto con el alcohol y las drogas se cómo un detonador emocional Por mi celotipia, yo abandone todo, trabajo, diversión, compromisos, la misma vida, me abandone de mí mismo y mañana, tarde y noche no hacia otra cosa más que pensar en el engaño, yo procesaba la traición y me dañaba severamente. Drogado, juraba vengarme, generaba más celotipia y más odio, sufría demasiado y me frustraba. Me masturbaba a la salud de mi mujer, viéndola en mi mente sucia y enferma haciendo porquería y media con otros hombres. No me duele, ni me da pena delatar mi mente enferma, me dolería si siguiera con los mismos pensamientos estériles y perversos. Hoy sé, que mi verdad me hará libre y libre soy, solo hasta que yo lo decida y no me dé el lujo de darle vida a pensamientos chuecos que habrán de robarme energía, amor y serenidad. Hoy no, mañana, tampoco, lucho para que el cavernícola no despierte, al menos, solo por hoy.-
Alcohol y drogas me trastornaron
Con el tiempo, confirmo en mi propia experiencia, el severo daño que me provoco el abuso en el consumo de sustancias toxicas, veo, como activaba me mente enferma, esa mente enferme que se esconde en mucho, en mí no, yo viole a mi esposa muchas veces, la violente par que tuviera relaciones conmigo y sé que pocos lo comprenden, menos lo aceptan, pero mis excesos, me cambiaron, el alcohol me volvió neurótico, violento, la cocaína, activo a la loca de la azotea, los fármacos generaban en mi depresión, me convertí en un maniaco depresivo, caía en la cama ante la más mínima provocación, me volví aislado, refugiado en mis especulaciones, sufriendo en secreto, siendo por demás egocéntrico, se, como moldearon mi personalidad y muchos joven marihuanos, no lo aceptan cuando les regalo la historia de mi vida, luego, pasan los años y me revelan.- Ernesto, oigo una voz en mi mente.- Platico con el diablo.- Veo a la Santa Muerte.- comienzan a tener delirios de percusión, delirios auditivos, como los borrachos, como cualquier mediocre que se atasca de sustancia, el cristal, los vuelve locos, h hecho, el los drogadictos maten sin consideración a sus propias madres e hijos, mientras, alguien como yo, anda por ahí alertando a los niños, a que les sigan no a las drogas, motivándolos con el grito d VENCEREMOS A LAS DROGAS!!!! Y tratando de ayudar a que el drogadicto se recupere, pero no, son igual que yo, negados, obsesionados con el pensamiento absurdo de decir.- Cuando yo quiero, dejo de drogarme.
Tuve que perderlo todo
Esta enfermedad, perra, La Saliva del Diablo, me hizo trizas, desgarro cualquier sensación de vida, mato mis sueños, violo mis ilusiones, extermino mi presente y mi futuro, me volví loco, me quede solo, por supuesto, que fueron muchas pérdidas, perdí mi trabajó, me encantaba mi programa de radio, La Voz de Chihuahua, después de humillarla, denigrarla, hostigarla, insultarla, maltratarla, mi mujer se fue, me abandono, me quede solo con mi cocaína, mis pastillas y mi alcohol, mas mi morfina, hundido n depresión, enfermo físicamente, secuestrado por mi mente enferme, perdí tiempo, salud, dignidad, perdí la esencia de la vida y hablando de ello, vivo de milagro, llegue a pesar menos de 50 kilos, tuve qué sufrir mis propias consecuencias y ahora, sé que a esta maldita enfermedad perversa del alma, no hay quien le gane, esta asquerosa enfermedad qué está matando niños, seres inocentes que han entrado a ese laberinto y del que difícilmente habrán de salir, simplemente, porque en recuperación, estamos en pañales y en prevención, queremos jugarle al vivo, colocando posters en las escuelas, creó que el problema de la adicción al cristal, merece talento, profesionalismo, merece capacitación emocional para maestros, padres de familia, medios de comunicación, esta droga, es del diablo, forma parte de la escuela de la delincuencia, forma parte de los futuros sicarios, de mal que vivimos y nadie hace nada por detenerlo, el mal esta hecho, pero hablando de mí, tengo que despertar conciencia y elevar mi espíritu a las más grandes de las motivaciones, para bajar mi ansiedad, para hacerme responsable de mí mismo y motivarme a dar pasos firmes hacia mi recuperación, que es Dios, confirmó, que cualquiera que quiera, ahí no sé queda, sé que somos muchos los del problema, pero somos pocos los elegidos, estar en sobriedad y en recuperación constante es una verdadera bendición de Dios.- Hechos son amores , y no buenas razones.- Gracias por leerme y más por escribir.- ernestosalayandia@gmail.com 614 256 85 20.- Tengo 9 libros que te pueden ser de gran utilidad.- montrealquebeclatino.com Tratamiento ambulatorio en línea, asesoría, información y orientación.-