Por Enrique Rivera Radilla
El Centro de Salud de Los Amates, a la orilla de la vieja carretera a Morelia, fue inaugurado en julio del 2007 por el entonces gobernador de Michoacán, Lázaro Cárdenas Batel, quien declaró al pequeño poblado “comunidad saludable”. Nueve años después, ya en el gobierno de Silvano Aureoles, la pequeña clínica fue cerrada por falta de medicamentos y personal médico.
La comitiva de las candidatas a la presidencia municipal y a la diputación local, Itzé Camacho y Teresa López Hernández, recorrieron el domingo pasado sobre una polvosa terracería las principales poblaciones serranas, como San Rafael, El Reino, Los Coyotes, Los Amates y San Juan Bosco y constataron a través de la gran cantidad de quejas el abandono en el que viven sus habitantes y el deterioro de otros centros de salud y demás servicios fundamentales, como la educación y la falta de estímulos para el campo.
Si acaso sobreviven dos telebachilleratos que por cierto, fueron gestionados por la profesora Teresa López, como los de El Reino y Los Coyotes, cuyo trámite incluyó también a dos comunidades costeras: Chucutitán y Chiquiapan.
La falta de trabajo se constituye como la principal demanda expresada por los escépticos vecinos de estos aislados lugares, cuyos jóvenes, como en el relato de Juan Rulfo “apenas les clarea el alba y ya son hombres” se van de estos pueblos al norte o a las ciudades para en muchos casos no volver jamás.
López Hernández expuso a lo largo de las reuniones con este sector del campesinado regional que, si gana las elecciones el próximo primero de julio, volverá a estas comunidades para atender las principales demandas y gestionar ante las autoridades que correspondan la solución de las mismas.
La gira comenzó en San Rafael a las once horas y concluyó a las 18 horas en San Juan Bosco, luego de recorrer El Reino, Los Coyotes y Los Amates.
