Por Rafael Rivera Millán
El candidato de la coalición “por Michoacán al Frente”, Mariano Ortega Sánchez, se pronunció ayer porque el avance industrial y portuario no trastoque la identidad, el arraigo y la cultura de esta comunidad, sino que, al contrario, la fortalezca para cada vez estar más orgullosos de pertenecer a una región de alto significado a nivel internacional como un polo de desarrollo nacido prácticamente de la nada.
Mariano Ortega señaló que esta zona de la desembocadura del rio Balsas, es vista ahora con añoranza, como un espacio que muchos creen perdido y sepultado en las losas de concreto de una pujante ciudad, pero que hace esfuerzos por mantener intacta su cultura, mediante la narrativa oral y busca fomentar el arraigo como un síntoma de orgullo de ser o de vivir en la costa.
Mucho he escuchado que los habitantes de este municipio no tienen una identidad, una cultura propia al haberse construido la industria y la ciudad misma con corrientes migratorias venidas de muchos lados.
Al señalar su desacuerdo con esa visión, el candidato a alcalde de Lázaro Cárdenas, dijo que también es sabido de los esfuerzos que hacen grupos de rescate de tradiciones que escudriñan en la historia y sacan a flote las tradiciones orales, la música, el vestido y las comidas típicas, como una manera de que se mantengan vivas.
Tras narrar el mismo algunas anécdotas de cómo los nativos de aquí hacían para cruzar el río para ir al estado de Guerrero, y las vicisitudes de los caminos de herradura que existían, agregó que ello no debe desaparecer y ofreció en cambio que a partir del 2019, se implementará una semana completa cada año para el rescate de “la identidad y el arraigo”, durante la cual en espacios públicos apropiados, puedan hacerse exposiciones de objetos de uso regular en la comunidad de los años 40 y posteriores, se conozcan los mitos, las leyendas y las tradiciones, contadas si es posible, por los mismos personajes que las vivieron, con la intención de dar continuidad a la tradición oral.
La autoridad municipal, recordó quien ya fue alcalde de este puerto, tiene la obligación legal de promover la vida cívica entre los ciudadanos, pero también tiene el deber moral de que se rescate la cultura, las tradiciones de la comunidad y acendrar la identidad de quienes han determinado hacer de esta ciudad su lugar de vida y donde sus hijos necesitan una base que les permita sentirse orgulloso de ser lazarocardenenses.
Propuso entonces, que tal semana de la “identidad y arraigo” movilice de manera articulada a los centros culturales, los públicos y privados; a las organizaciones de rescate de la tradición y la identidad para armar un programa que permita que en plazas y espacios públicos, en las escuelas y universidades, se difunda nuestra cultura, se narren las tradiciones, se conozcan a los personajes y se exalte el orgullo de los habitantes de la costa, una población que nació prácticamente de la nada y que requirió del trabajo de sus habitantes para ser lo que ahora es, pero mejor aún, estar preparado para el futuro, sin olvidar el pasado.
