Por César Cabrera
Con gran entusiasmo, que se reflejó con los gritos de “¡Presidente, presidente!”, fue como el pueblo de Lázaro Cárdenas recibió al candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador.
Pese al sol inclemente, los seguidores del tres veces aspirante a la Presidencia de la República se mantuvieron jubilosos en la explanada municipal, ondeando las banderas del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) o en su caso, del Partido del Trabajo (PT).
No obstante, en momentos, el ambiente se tensó cuando se presentaron a las candidatas a la Presidencia Municipal y Diputación Local, Itzé Camacho y Teresa Hernández. Esto, porque un reducido grupo de seguidores de Enoc Tafolla, el postulado por el PT a la alcaldía y en complicidad con los mineros, las abuchearon.
Sin embargo, esto más adelante sería en vano, puesto que López Obrador, al término de su discurso que duró una hora y al igual que con Feliciano Flores, quien va por la Diputación Federal y fue ovacionado, así como con Cristóbal Arias y Blanca Piña, los candidatos a Senadores, los respaldaría.
En el caso de Tafolla Torres, que a diferencia de su hermano, Román, que va por el Encuentro Social por la obtención del Ayuntamiento y se mantuvo en su lugar, optó por saltarse la barda de seguridad y subirse al templete, acompañado de Alberto Anaya y Reginaldo Sandoval, ambos dirigentes nacionales y estatales del PT.
El evento, que inició a las 5:30 de la tarde, concluiría una hora después. Dado el retraso de su llegada, Andrés Manuel decidió no profundizar en su discurso –que por todos es conocido- y se limitó a resaltar puntos como el combate a la corrupción e impunidad.
De ahí, salieron a relucir frases como “este arroz ya se coció” cuando se refería a los resultados en las encuestas. Otra fue la de “vamos a limpiar la corrupción del país, de arriba hacia abajo (…) me canso, ganso” y la de “esa casa está embrujada” al momento de reafirmar que no se mudará a vivir a la Residencia Oficial de Los Pinos.
“Lázaro Cárdenas tiene de todo, hay de todo y se clavan todo”, también fue otra frase que expresó al abordar sobre los lujos en los que vive la clase política y “no es venganza, es justicia”, salió a relucir cuando sostuvo que como Presidente quitará la pensión que ex mandatarios, siendo el caso de Vicente Fox, disfrutan.