Día del Padre 2018

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Por Dr. Manuel Portillo Serrano

Gastroendoscopía/Gastrocirugía

El 19 de marzo, el día de San José, el padre de Jesús, es el día que originalmente se festejaba el Día del Padre.

Una costumbre muy europea festejar al hombre de la casa, situación que se cambió en nuestro país por  una nueva fecha, ahora en base a la costumbre norteamericana, se cambió para el tercer domingo de junio, que son las fechas que actualmente estamos festejando, este 2018 será el tercer domingo de junio, el 17 de junio.

¿Para qué es esto? Es reconocer dentro de una familia el lugar que ocupa el hombre como jefe de la familia y proporcionador de cuidados y mantenimiento a la madre y los hijos, labor, querido amigo lector, que se ve opacada ante el amor tan inmenso que se le otorga a la madre por parte de los hijos, y nosotros a nuestras madres, es tan grande el amor a la madre que muchas de las veces el amor al padre no es tan festejado.

No, no es queja, sino al contrario, es un reconocimiento a la madre, que muchas veces le toca hacer el rol de padre también.

Nada más para darse una idea, se instituyó hasta 1966, cuando era presidente Lyndon B. Johnson, y recuerdo un chiste/anécdota; en que Pepito le pregunta a su madre: Mamá, ¿es cierto que Papá Dios nos cuida? Si hijito, él nos cuida. ¿También nos da de comer nuestro pan diario de cada día? Si hijito, él nos lo da. Oye mamá ¿y los juguetes nos los traen los santos reyes? Claro hijito, los reyes te traen juguetes y a veces ropita. Bueno mamá ¿entonces qué hace mi papá? Nada, verlos crecer y sufrir con ellos al igual que la madre, pero con la condición de que no solemos ser tan efusivos ni demostrar nuestra preocupación para no alarmar más a la familia, ir a trabajar aun lloviendo o con cansancio para sacar para el pipirin y las escuelas de los chicos, sufrir al verlos enfermos, y ser el ogro cuando recibimos la queja de la madre, si le pegamos somos unos bárbaros, y si no les pegamos somos unos barcos, nunca quedaremos bien.

Pero quiero decirle, querido lector, que seamos como seamos, quedamos bien con los hijos al tratar de hacerlos gente de bien, con la esposa al tratar de hacer las cosas mejor cada día y con nosotros mismo, ya que aunque seamos fríos y veamos mucho fut o veamos las noticias, nuestra mente y nuestra energía es para ellos, nuestros hijos y nuestra familia.

Algunos padres ya partieron, pero dejaron honda huella en los hijos que aun los recuerdan con una sonrisa de sus hijos, con un caminar de la nieta, con una canción que le gustaba o con un suspiro al ver una tarde hermosa, no se van, dejan en su familia esa esencia que aún vivos se encargaron de ir sembrando en su preciosa familia.

Agradecer a la vida el que se nos haya permitido ser padres, amigo y cómplice de juegos de nuestros hijos, hablarán igual que uno, cantarán lo que uno canta y sufrirán con lo que uno sufre.

Por eso desde estas líneas y estos artículos, Gente del Balsas felicita calurosamente a todos aquellos hombres que tuvimos el privilegio de ser padres. Nuestra fiesta y nuestra reunión es más sencilla que el del día de la madre, insisto, no es queja, seremos el complemento eterno de esa preciosa maquinaria llamada madre, y qué bueno que se nos permitió, por Dios, por la naturaleza o por el azahar, ser padres.

Sembrar un árbol, escribir un libro y tener un hijo, gracias a la vida por permitirnos sentir este bello sentimiento de SER PADRE.

¡Feliz día a todos los papás del mundo!

Gracias por leer este artículo.