Inhibidores de la secreción ácida del estómago

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Por Dr. Manuel Portillo Serrano

Gastroendoscopía/Gastrocirugía

 

¿Cómo se produce el ácido en el estómago?

Las células parietales que se encuentran en la mucosa gástrica son las encargadas de producir ese ácido y es CIH (ácido clorhídrico), si es el mismo ácido que se usa en la industria para lavar y para reacciones químicas.

Al segregar ese ácido el estómago se encuentra tendiente a contar un Ph (potencial de hidrógeno) muy ácido llegando hasta una cifra de 0.8, que es muy ácido, pero el Ph del estómago oscila normalmente entre 4 a 6, que es donde se realiza la primera parte de la digestión, pero puede llegar hasta 3.5 de Ph.

La liberación de ese ácido se controla con varios aspectos fisiológicos entre los que se encuentran las terminales de un nervio que se llama vago, estas terminales han sido de las más estudiadas y estas terminaciones nerviosas al liberar acetilcolina contribuyen junto con la gastrina, secretada por las células G del antro gástrico y con los mastocitos liberando histamina, conjuntamente hacen que se realice la liberación del ácido por las células parietales.

La histamina, la acetilcolina y la gastrina actúan directamente en una enzima de la célula parietal que se denomina ATPasa, H/K, que origina la liberación del ClH del ácido clorhídrico, cambiando un Potasio K positivo por un H hidrógeno positivo, por eso se llama bomba de protones.  Y justo en esta bomba es donde van dirigidos los medicamentos llamados inhibidores de la bomba de protones.

Los famosos IBP inhibiendo la producción de ácido en el estómago de los pacientes que tienen hiperproducción de ácido o bien que el ácido que secreta está lesionando el estómago de esos pacientes.

Los otros tipos de inhibidores de la producción de ácido son los anticolinérgicos, antagonistas de la gastrina, antihistamínicos H2. Todos ellos usados para inhibir el ácido, aunque actualmente los IBP son los de mayor uso por su eficacia y bondad ante el paciente.

Uno de los percusores aun del milenio pasado fueron los anticolinérgicos como Pirenzepina y la telenzepina, anticolinérgicos selectivos sintéticos, que causaban sintomatología alterna que los hizo quedar en desuso. Le siguieron loa antagonistas de H2, fármacos que compiten con la histamina e inhiben la producción del ácido, la primera en usarse fue la cimetidina, luego aparecieron la ranitidina, la famotidina como las más comerciales, muy comúnmente usadas en la última década del siglo pasado. Y aun en estas fechas no pierden vigencia, desgraciadamente la cimetidina compite también con la testosterona y a tratamientos largos disminuye la libido y genera cierto tipo de disfunción eréctil, asimismo favoreció la galactorrea al aumentar la prolactina, llevando a estos productos literalmente al desuso por los efectos sexuales y en el crecimiento mamario que generaban en los pacientes.

Con la llegada de los IBP cambiaron no solo radicalmente el manejo de pacientes con hiperacidez gástrica, sino que hasta los procedimientos quirúrgicos, antes muy comunes, como para disminuir ácido las llamadas vagotomías o vagotomías selectivas, vagotomías tronculares, cortando precisamente el nervio vago, y todo ese tipo de cirugías con tendencia antiácidas ya están en desuso, literalmente ya son históricas solamente.

Se inhibe irreversiblemente la bomba de protones, quiere decir que no intercambia el K  por el H el potasio por el ácido, así que no sale a la cámara gástrica el ácido. El primer fármaco investigado y característico de este grupo es el Omeprazol, aunque ya hay moléculas nuevas formulaciones del omeprazol como son levógiras, dextrógiras y de las nuevas sales como del pantoprazol, el siguiente en investigación, pero está el lanzoprazol, rabenprazol, esomeprazol, en fin, varias sales que tienen la misma función y mucho más efectividad que el básico, omeprazol, desgraciadamente el omeprazol ya liberada la patente hasta en forma de broma decimos que hasta la Bimbo/Marinela ya tiene su omeprazol y cientos de laboratorios de impulso, por no llamarles malos, chafas o de mala calidad, ya hacen su sal y la venden, y desgraciadamente la calidad de este producto que es tan importante y tan útil dista mucho de ser el ideal, al grado que personalmente le digo que ya no es omeprazol, sino es talcoprazol, porque según yo le ponen hasta talco, ya que tienen un mínimo del principio activo y no es tan útil en un cuerpo ese tipo de medicamentos, por eso siempre estaremos preconizando por usar productos éticos, de investigación y de laboratorios éticos, de patente, que hacen que sean de mejor calidad.

Así que ya sabe, no juegue con su salud, use productos de buena calidad.

Gracias por leer este artículo.