Ansiedad en pacientes seniles

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Desgraciadamente este grupo de pacientes seniles, mayores de 75 años, no solo sufren ansiedad, sino que ya llevan implícita dentro de sus padecimientos mentales, depresión, demencia o incluso hasta psicosis.

De difícil diagnóstico inicial para la familia, ya que no detectan el daño neurológico ni los cambios apenas detectados, pasando por años como normales o como una viejita terca, pero desgraciadamente son tendientes ya a un daño psicológico serio. En centros psiquiátricos se ha detectado que este tipo de personas hasta en un 49.9 % predomina la ansiedad, según datos de GAI, siglas en ingles de Geriatric Anxiety Inventory, demostrando que fue más alta en el sexo femenino y en pacientes de ambos sexos con tendencia a uso de drogas antipsicóticas o ansiolíticas.

Una de las importancias de valorar adecuadamente la ansiedad en pacientes seniles es que una gran mayoría de pacientes seniles y ansiosos terminan en cuadros de trastornos mentales desde leves hasta un EA (enfermedad de Alzheimer).  Así es que se ha tomado a la ansiedad bien valorada a un inicio en un paciente senil (considerado arriba de 65 años para los estudios), como un factor detonante para desarrollar en un futuro alteraciones mentales ya más serias.

Algunos de esos pacientes pueden terminar con una psicosis o una esquizofrenia franca.  Se ha detectado en diferentes estudios que los pacientes con trastornos de ansiedad o de angustia o de fobia social, en la etapa senil presentan diagnósticos más catastróficos que los pacientes que no presentaron ansiedad.

En los diferentes estudios se pudo determinar que existen cuatro componentes en la manifestación de la ansiedad en pacientes seniles como son, síntomas gastrointestinales (área en la que personalmente pongo más vigilancia por mi especialidad); excitación neurológica, valoración que debe hacer un Neurólogo. Preocupación Excesiva: situación que compete al área de Psiquiatría. Y, por último, dificultad en la toma de decisiones.

El manejo de este tipo de pacientes debe ser su geriatra y un psicólogo conductista como un manejo perfecto para este tipo de pacientes, desgraciadamente este grupo multidisciplinario es difícil que una familia pueda tener acceso, de aquí que se recomienda su manejo con su médico de confianza y comentar adecuadamente cual debe ser la conducta perfecta para cada paciente.

Se demostró claramente en estudios que pacientes seniles con ansiedad, valorados por GAI, tienen peor pronóstico que los pacientes que solo sufren depresión pero sin ansiedad. Se ha demostrado que al valorar a los pacientes seniles y se detecta con periodos o fases de ansiedad, en su comportamiento diario, hablará de la posibilidad de que ese paciente curse con problemas serios de deterioro intelectual y llegar hasta una psicosis o un alzhéimer, que no solo dan complicaciones al mismo paciente sino que tendrán una repercusión severa en la calidad de vida familiar, de aquí se desprende que si usted, querido amigo lector, tiene una persona de edad en casa, se haga valorar el estado de ansiedad o depresión que marca o presenta ese paciente con el objeto de ir desde muy anticipadamente evitar complicaciones cerebrales severas que pueden llegar a una psicosis.

Se pone ya más cuidado en los pacientes seniles, ya que su calidad de vida como la de sus familiares no debe de ser mala, el diagnóstico temprano de alguna alteración mental hará que esos pacientes presenten mejor calidad de vida y que no tengan que ser internados en hospitales psiquiátricos ni en centros de pacientes dementes.

El manejo del paciente senil con demencia senil o con deterioro intelectual mínimo, será totalmente distinto, de aquí que se pretenda que el daño cerebral que se presentará en todo paciente senil no sea tan severo ni tan incapacitante como un Alzheimer o una psicosis.

Un tema duro y difícil de tratar pero que en una realidad, ya que la esperanza de vida ha mejorado y subido, de ahí que debemos trabajar en este sentido.

Gracias por leer este artículo.