Por Ernesto Salayandía García
La filosofía popular
De una generación a otra, venimos escuchando, frases, refranes y dichos de nuestros abuelos y padres, que son sinónimos de advertencias, consejos, reflexión y sentencia, hay dichos ciertos y ciertos dichos que todos sabemos, que todos hemos escuchado, pero que no todos aplicamos, los dichos llevan un mensaje de verdad, son sencillos, fáciles de aprender, pero no fáciles de aplicar, somos una población dicharachera y no hay mexicano, que cuando menos se sepa unos diez, por ejemplo, con el alcoholismo y drogadicción que nos invade, podría curar algunos de ellos.
– Mal de muchos, consuelo de tontos. – El que por su gusto muere, hasta la muerte le sabe. – el que nace para maceta, del cielo le caen las hojas… En fin, a mí me gusta usar y aplicar la vox populi. – aprendí los dichos y refranes de mi padre, de mis abuelos, de mi tío Baltazar, que por cierto mi tío me citaba que “a nadie se le niega un peso, un consejo, o un coscorrón”, mi padre decía que “el hombre es el único animal que se tropieza con la misma piedra”, mi abuelo citaba “pa que tanto brinco, estando el suelo tan parejo”, mi abuela decía “tómalo con calma, el que se enoja pierde, y quien te hace enojar te gobierna”
Árbol que nace torcido….
Se aplica en tanto mediocre soberbio que no quiere salir del pantano, tanto enano que está sufriendo sus propias consecuencias por su drogadicción, que no entienden y que aplican, ante la negativa, algunos dichos. – Hablar con él, como lavarle la cabeza al burro, pierdes el tiempo, el agua y el jabón. – No hay peor ciego que el que no quiere ver–El que nace para tamal, del cielo le caen las hojas. Mucho de los adictos nacieron y crecieron en un hogar disfuncional, donde aprendieron a ser ingobernables, mentirosos, mediocres, conformistas, fueron niños caime mal, en la escuela, en el barrio y sus padres los educaron sin calidad, ayer vi a un tipo mal agradecido, ofendiendo a sus padres con groserías, oí que no lo complacieron en una petición personal, no le gusto, como un adicto es un vil fraude y sus padres no ponen límites, al contrario, le permiten todo, este joven desde niño ha sido déspota, arrogante y grosero y se siente merecedor, el cree que sus padres tienen la obligación de complacerlo ante sus más mínimos deseos, tiempo al tiempo, la vida le ira cobrando las facturas; con la vara que midas, serás medido – En la casa del jabonero, el que no cae, resbala. – Y en este mundo de los adictos, puedes ver una enfermedad perra, que muchos padres en lugar de evitarla, la fomentan. – TU tienes el remedio y el trapito.
Los marihuanos mediocres
Dios los cría y ellos se juntan. – Muchos marihuanos están aferrados en que la marihuana no es una droga nociva, es decir, que no hace daño. – La mentira dura hasta que la verdad Llega–Tienen un concepto equivocado afirmando que la marihuana no causa muertes de sobre dosis, que no provoca delirios de persecución, que no causa accidentes y todo eso es falso. – El que no sabe, es como el que no ve. – Hay ricos mediocres, marihuanos empedernidos que trabajan y justifican a la mira, pero viven una pésima relación de pareja, son distantes con sus hijos, son mecha corta, explosivos, egocéntricos, violentos, se trasforma en un huracán rugiente y son insoportables. Ve la espiga en el ojo ajeno, pero no vez la viga en el propio, ahora, los marihuano mediocres, cobardes, algunos, les da por golpear a sus madres, les roban sus pertenencias y son capaces de venderlas. – No tiene la culpa el indio, sino el que lo hace compadre. – Se tornan apáticos, secos, inexpresivos, la marihuana les cambia su personalidad. – Tanto va el cántaro al agua, que ahí se queda. La marihuana es una escalera hacia drogas más fuertes, entre más te metes, más quieres y las consecuencias son irreversibles. La mente se atrofia, la memoria desvanece, y el sano juicio desaparece, atreves de los años en el abuso del consumo de la hierba mala
De tal palo, tal astilla
El adicto, el borracho, el marihuano, el ludópata, el depresivo, el neurótico o el fármaco dependiente somos enfermos emocionales, somos, mentirosos, inseguros, no cerramos círculos, acomplejados, somos hipersensibles, adictos a meternos en lo que no nos importa. – Agua que no haz de beber, déjala correr. – Tenemos una pésima relación de pareja, somos inmaduros, rebeldes, neuróticos, emocionalmente, un desastre y no queremos entender que esta enfermedad emocional es genética, no nos ilustrarnos en cómo prevenirla, somos mal ejemplo-Soy espejo y me reflejo. – Cometemos error tras error con esos niños mal educados –tanto peca el que mata la vaca, como el que le agarra la pata- – Y cuando ese niño ya creció les saca canas verdes a sus padres. Es lo mismo marihuano que alcohólico, heroinómano, cristalero o cocainómano, somos copias al carbón, aunque el marihuano, nefasto mediocre se siente hecho a mano, esa podría ser una pequeña diferencia en este cruel mundo de los drogadictos. – Siempre hay un prietito en el arroz – El que siembra vientos, cosecha tempestades. –
La decadencia de la sociedad
Un breve análisis, basta para darnos cuenta de lo mal que andamos–Como el cangrejo. – es sorprendente el número de suicidios al día, gran parte jóvenes de entre los 13 y 25 años de edad, la mayoría, varones. Nadie sabe lo que pesa el muerto, sólo el que lo va cargando. – Caras vemos, emociones no sabemos, mañas menos. – Impacta la violencia doméstica, los abusos sexuales, los divorcios, la deserción escolar, la depresión, el crecimiento de nuevas adicciones, los ladrones, rateros de los que hay en todos lados, los mecánicos que te roban y te ven la cara cobrando piezas y trabajo que no hacen, los técnicos que reparan aires acondicionados, los adictos al robo hormiga que se roban todo en las fuentes de trabajo, las niñas madres menores de 16 años, es otro indicador, como el consumo de alcohol y drogas en niños, jóvenes y mujeres -Quien canta sus males Espanta- Súmale las muertes por sobredosis, la gente que se queda piraton, es decir, mal de sus facultades mentales y a pesar de los pesares, nadie hace nada, hay criterios tan enanos como el colocar un póster en las escuelas en contra de las drogas. Los niños están muriendo como moscas. Nadie quiere entender que esta enfermedad genera múltiples problemas y creen que con más patrullas se va a resolver el problema de la inseguridad en las ciudades, no existe un programa nacional de prevención de las conductas y las sustancias toxicas, no estamos preparados para desintoxicar ni para rehabilitar a los adictos, el marihuano como el heroinómano se hacen viejos y llegan a una edad adulta con el cuerpo y la mente severamente dañados, mientras tanto el marihuano llega viejo y se queda solo debido a que ni el mismo se aguanta, el que mal obra, mal acaba
NADA es para siempre, nada, ni lo bueno, ni lo malo.
Muchas niñas, viven y sufren por el alcoholismo en casa, son testigos del pésimo trato de un borracho, como yo le di a mi esposa, escuchan gritos, ofensas, humillaciones, viven la celotipia infernal del neurótico empedernido, crecen y desarrollan un nivel de ansiedad impresionante, de manera inmediata se hacen adictas, siguen los mismo pasos del padre y desde su primera relación y en sí, todas, son híper enfermas, tóxicas, igual o peor de la relación de sus padres. – Lo que bien se aprende, jamás se olvida. – Ellas repiten la historia de sus madres y la viven en vivo y a todo color, tienen hijos, y los hijos nacen y se hacen adictos, el cáncer social se multiplica. Y es el cuento de nunca acabar. La enfermedad es cruel y entre familia nos despedazamos, nos hacemos trizas, nos hacemos mucho daño, unos a otros -El que esté libre de culpa, que arroje la primera piedra. –
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