Botulismo

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Por Dr. Manuel Portillo Serrano

Gastroendoscopía/Gastrocirugía

Se discute mucho el origen de la palabra Botulismo, pero proviene del latín que significa embutido; la palabra Botulus, es la que le da origen: la toxina de una bacteria anaerobia; llamada Clostridium Botulinum, que habita en zonas contaminadas predominantemente en el suelo y aguas insalubres, y este tipo de bacteria sobrevive en alimentos envasados inadecuadamente y que han sido contaminados, es una toxina altamente agresiva, generando intoxicaciones graves que llevan a la muerte a un paciente fácilmente.

Existen incontables alimentos que pueden ser contaminados por la bacteria del botulismo, pero los más peligrosos son los enlatados, que al envasarse inadecuadamente ocasionan que prolifere la bacteria, pero también los alimentos salados como cecina o como los alimentos en salmuera, pueden desencadenar un botulismo y que al ser consumidos por un ser humano le generará una neuro infección grave.

Se ha visto un tipo de botulismo en adictos a las drogas por el uso indebido de equipo médico.

Esta neurotoxina cuenta con una gran agresividad y afinidad hacia las neuronas, específicamente en la vesícula sináptica, desencadenando un bloqueo de los neurotransmisores y al bloquearlos, también bloquea el impulso nervioso desencadenando una parálisis de ese músculo o haz nervioso, es tan fuerte que los paraliza aunque esa parálisis no es definitiva es temporal, de ahí que se haya usado en cara para paralizar ciertas facciones de cara que hacen ver mejor y más joven a una persona, aquí es donde se aplique esta toxina del botulismo en cara, caras que desgraciadamente, quepa decirlo, se vuelven inexpresivas, por la falta de movimiento, ah pero eso sí, más jóvenes.

La cadena H de la toxina es la que se agrega a la membrana presináptica, y con la agresión a la neurona, no hay liberación de acetil-colina, neurotransmisor encargado de excitar al músculo.

La sintomatología aparece en las primeras horas de la contaminación, no mas de día y medio, se aparecen los síntomas y pese a ser infeccioso no hay fiebre, encontrando además en estos pacientes que los dos parpados se caen no los puede abrir el paciente, también las pupilas se dilatan, visión borrosa, dificultad para respirar adecuadamente, así como dificultad para deglutir adecuadamente sus alimentos, alteraciones en la visión, resequedad de ojos, de nariz y de boca, tendencia a las náuseas o vómito, periodos de apnea (falta de respiración) momentáneas, hasta llegar al vómito, mucha debilidad en la movilización corporal y de plano hasta cierto grado de parálisis, llega a presentar estreñimiento por la falta de movilización muscular, tiene tendencia a la somnolencia, pérdida del apetito.

Se deben hacer exámenes de contenido gástrico y materia fecal, ya que buscar la bacteria o la toxina en sangre sería innecesario, porque siempre está fija a tejidos, la clave está en buscar en el alimento contaminado la bacteria del clostridium, en el alimento que suponemos desencadenó el cuadro, esta parte hará más el diagnóstico directo.

Para el tratamiento, va dirigido a la asistencia, sobre todo cuando el paciente presenta problemas en la respiración, y valorar la aplicación de la antitoxina botulínica, trivalente, con el objeto de frenar el proceso obstructivo de las neuronas, que pudiera ser fatal si llega a afectar la función respiratoria. Vigilar muy de cerca la presencia de un paro respiratorio, ya que este hará que se deba intubar al paciente y conectar a respiradores automáticos, con objeto de preservar su vida, en lo que revertimos el efecto de la toxina botulínica.

El pronóstico irá en relación con la velocidad y lo acertado de iniciar un tratamiento adecuadamente, y no esperar a que aparezcan las complicaciones que pudieran poner en peligro la vida del paciente. Sobre todo, por el tiempo que puede lesionar una neurona, se ha llegado a encontrar pacientes que hasta un año estarán bloqueados de su sistema nervioso central.

La prevención es con mucho la mejor arma que tenemos para enfrentarnos al botulismo, las normas de enlatados de productos alimentarios exigen someter a temperaturas arriba de 121 grados centígrados los productos con el objeto de garantizar su esterilidad y evitar la proliferación del Clostridium Botulinum, riesgo en personas que enlatan sus embutidos en su domicilio ya sea de frutas o verduras, ese sí es riesgo, pero recordar que cualquier enlatado que haga aire, espuma o estén las tapas abombadas, es mejor no consumirlas, ya que corremos el riesgo de contaminarnos de botulismo.

De ahí que se recomiende que las personas que tiendan a hacer conservas domiciliarias, tomen un curso de elaboración bajo las normas oficiales mexicanas de enlatado, para evitar contaminaciones, insistir en no consumir alimentos de latas abolladas, perforadas, abombadas o reventadas, son altamente contaminantes.

Las curaciones de las heridas sobre todo en personas que viven en el campo es muy importante, ya que ellos caminarán con la herida en establos o en la tierra que son altamente contaminantes.

Botulismo no es tan raro como lo suponemos, lo mejor es prevenirlo.

Gracias.