Por Rafael Rivera Millán
La falta de una buena cultura vial no es solo atribuible a los conductores de vehículos particulares y del transporte urbano, aquí en Lázaro Cárdenas, sino también en los peatones que no respetan los sitios para poder pasarse de un lado a otro en las vialidades más importantes o en cualquier calle de la ciudad.
Recientemente funcionarios y empleados municipales fueron distraídos de sus ocupaciones normales para salir a la calle a pintar banquetas y guarniciones y balizando los principales cruces de avenidas.
Sin embargo a diario, y pese a los constantes accidentes que han ocurrido, algunos de ellos de fatales consecuencias, se puede observar a cualquier hora que los conductores de las combis de pasajeros, cuando algunos respetan el alto del semáforo, se paran invadiendo la zona de cruce peatonal, o bien las personas al cruzar de un lado a otro, lo hacen fuera del sitio señalado y en lugar de pararse en la banqueta a esperar el taxi o la combi, lo hacen sobre el arroyo vehicular, con el consecuente peligro.
Cabe señalar también que hace falta elementos de tránsito para persuadir a los conductores a que respeten las señales de las vialidades, pues generalmente brillan por su ausencia, salvo cuando llega a venir el gobernador o algún personaje importante, se les ve ubicados a lo largo de los semáforos que hay sobre la avenida Lázaro Cárdenas o Melchor Ocampo, según la ruta que tomen los “distinguidos” visitantes, para luego en los subsecuentes días, salvo en algunas entradas de las escuelas se les ve también para medio dirigir el tránsito de los automovilistas que llevan a sus hijos a la escuela, pero en general es un caos y peligro transitar a pie por las calles de la ciudad, que están invadidas del comercio formal y ambulante.
