Lamentable ver como normales las aguas negras que nos están enfermando: GGS

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Georgina González Salgado, miembro de la Asociación Civil, “Ambientalistas de la Costa”.

Por Francisco Rivera Cruz

Las aguas negras que se conducen por canales pluviales a cielo abierto y terminan en humedales y el río Balsas, deben estar siendo ya un problema de salud pública, advierte Georgina González Salgado, de la Asociación Civil Ambientalistas de Corazón.

¿Por qué? porque en el efecto de evaporación se están desprendiendo partículas fecales y de otro tipo que son y serán amenaza para la salud, independiente a sedimentos y olores, agrega.

Entonces tenemos un problema en el aire, no se ve pero lo tenemos, expresa y señala lamentando que el Río Balsas lo hemos enfermado y nos vamos a enfermar si es que no estamos enfermos ya.

Cuando lastimosamente se está tirando a esteros y canales que terminan en el río o mar, prácticamente la totalidad de nuestras aguas negras, se ocupa que la sociedad empuje y exija a su autoridad del color que sea a administrar adecuadamente los recursos económicos, naturales y logísticos, indicó.

Y lo anterior, “se va a dar a través de educación, información, difusión y activismo de los que estamos conscientes y queremos contagiar a los que están en una situación no de indolencia, pero sí de lejanía a los problemas que se presentan”, comenta la también empresaria.

Añade que el ciudadano tiene que ser ciudadano, y practicar la ciudadanía, porque ya sitúa el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que los gobiernos tienen que ser cada vez más transparentes y eficientes para enfrentar los retos de administrar y dirigir, y el medio ambiente debe ser uno de sus propósitos.

Ante las condiciones contaminantes de nuestro entorno, y que cada vez tomamos como “normales”, consideró que una de las formas de sacar a la gente de su letargo es llevarla a otra visión, que cuando hablemos con la gente le podamos decir cómo era la región, que sepan que fue limpia, transparente y se podía pescar y comer en el río, donde también hubo aves exóticas.

Advertirles en lo que lo hemos convertido este lugar, siendo que prácticamente fue el Macondo Mexicano, una hermosa selva, y “no estamos diciendo que necesitamos regresar a vivir en los árboles, sino tener un ambiente sostenible, recordando que el sostenimiento es no agotar los recursos para que las próximas generaciones las puedan disfrutar” también.

Mencionó que vivimos ciclos biogeoquímicos, y si el ser humano altera su medio, le genera problemas que se regresan a la salud pública, y el mal manejo de las aguas negras, por ejemplo, impide que sirvan de alimento las especies que puedan habitar en el Balsas o los esteros que reciben las descargas residuales.

Si bien Ambientalistas de Corazón es asociación muy joven, que comparada al desarrollo del ser humano estaría en el preescolar, a sus dos años de nacimiento, tiene definida agenda de actividades, y uno de sus propósitos es hacer visible el trabajo que están haciendo otras agrupaciones.

Y pese a la carencia de apoyos económicos, se echa la mano de instituciones educativas y los colectivos ambientalistas de quienes se quiere motivar una réplica y modelo de participación social, además de recurrir a las redes sociales.

Explica González Salgado que el primer objetivo social de ser difusores de educación ambiental, se cumple, pero hace falta cumplir otros objetos, en los cuales se precisa implementar algunos proyectos de literatura y reparto de materiales para la enseñanza sobre el medio ambiente.

Por lo pronto, este viernes, se entregará a la Señora María Luisa Sotelo, el reconocimiento Rachel Carson, que queda instituido para cada marzo, para hacer público constancia y voluntad de las mujeres que hacen o han hecho por el medio ambiente en nuestra sociedad.