* “Ocampicémonos”, pide Gustavo Morales Cervantes, al participar en la ceremonia de aniversario luctuoso de Melchor Ocampo.
Por Rafael Rivera Millán
Al intervenir en la ceremonia del CLVIII aniversario luctuoso de don Melchor Ocampo, el regidor plurinominal del ayuntamiento local, por el Partido del Trabajo, Gustavo Morales Cervantes, pidió a las autoridades locales y más en forma directa a quienes como él conforman el Cabildo porteño, compuesto de 12 regidores, un síndico municipal y la alcaldesa, a que nos “Ocampicémonos”, como en su tiempo lo hizo el originario de Pateo, Michoacán, renunciar o pedir licencia al cargo “si no se está de acuerdo con su par”, en clara alusión, sin mencionarlo, al pleito interno que hay en el ayuntamiento porteño entre el síndico Miguel Ángel Peraldí Sotelo y la alcaldesa Itzé Camacho Zapiain.
Ante autoridades civiles y militares encabezados por la alcaldesa, el regidor petista señaló que “por qué tenemos que vivir en un ambiente de discrepancias, cuando sabemos perfectamente que la razón nos va a determinar acciones para lograr entendimientos”.
Por lo que dijo que desde esa tribuna, solicitaba, invitaba y exigía que “hagamos de todo espacio como autoridad en nuestro Lázaro Cárdenas, actos de civilidad y calidad moral para con nuestros similares y por ende, para los ciudadanos…..porque los pleitos entre las autoridades solo nos llevan a cometer desaciertos ante los ojos de la sociedad”.
Demos muestras de grandeza como Ocampo irradió poniendo por delante la luz de la razón y nos despojemos de formas estériles que nos hieren en lo personal, pero que dejan huella negativa e imborrable en el plano social, añadió.
Y luego preguntó: “Quién como autoridad estaría dispuesto a renunciar por no estar de acuerdo con su homólogo por una forma de decisión arbitraria o que considere injusta? Lo dudo acotó,
Ocampo expresó, lo hizo siendo gobernador de nuestro estado, lo realizó por ser fiel a sus principios, lo hizo por no considerar honorable un acto pírrico que rayaba en la demencia. Lo hizo por su elevado acento patriota, por la más grande concepción o por la más pequeña de ellas, pero no titubeó y lo hizo.
Entonces, concluyó su intervención así: “Espero que esta última frase a manifestar ronde por todos los rincones de nuestro territorio local: Ocampicémonos…Ocampicémonos en nuestro municipio y en nuestro cabildo”.