Erradicación de la Hepatitis C

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Por Dr. Manuel Portillo Serrano

Gastroendoscopía/Gastrocirugía

En un artículo muy claro y sencillo, el Dr. E Wolpert Barraza, hace un análisis en la revista de Trilogía de la AMG (Asociación Mexicana de Gastroenterología), del curso de postgrado 2019; al mencionar en este artículo que este tipo de hepatitis es una de las causas más severa de hepatitis crónica en el mundo, con lesiones hepáticas desde muy leves hasta graves y severas, como lo es una cirrosis hepática.

Millones de pacientes en el mundo la padecen y de esos millones, que son aproximadamente 71 millones, más de la mitad no sabe que la padece, y ellos llevan una vida normal y en ocasiones hasta dispendiosa, no solo en la alimentación sino también en la ingesta de alcohol y drogas lo peor es que pueden contagiar a muchas más personas más, en nuestro país se habla de hasta medio millón de enfermos de hepatitis C.

Hasta 1975, antes de ese año, la trasmisión de la hepatitis C era por transfusión directa, con sangre contaminada, pero en ese año, 1975, surge la NOM (Norma Oficial Mexicana), que obliga a hacer un escrutinio a toda la sangre que se va a donar para detectar este virus de la hepatitis C, así literalmente se dejó de lado este foco de infección afortunadamente en nuestro país, pero desgraciadamente aparecieron otros focos.

Así la CDC (Center of Disease Control), aclara que hasta el 38 % de los pacientes con hepatitis C, lo adquirieron usando drogas, y otro alto porcentaje lo adquirió en situación de estar privada de la libertad en prisión o en confinamientos, de aquí que se recomienda que en prisiones, cárceles y lugares donde haya confinamiento de personas tipo internados, seminarios, claustros, conventos, se haga un escrutinio llamado panel de hepatitis, con el objeto de detectar la presencia del virus aun sin manifestar alguna sintomatología.

En USA, ya es considerada una epidemia silenciosa, con un total de 5.3, millones de personas contaminadas, que junto con la hepatitis B, suman más casos que con el HIV, aquí nos lleva a pensar que no solo en USA sino hasta en nuestro país México, se ha subestimado la presencia de este virus en la sangre, por el desconocimiento del público en general y de las personas que se encuentran susceptibles a contagiarse y menospreciar la posibilidad de contagiarse de Hepatitis C, desafortunadamente no solo desconocimiento de la población en general, sino también de trabajadoras sociales, enfermeras e incluso Médicos de primer contacto que muchas veces ni llegan a considerarla como un diagnóstico, y se diagnostica ya que está dando sintomatologías seguramente por el daño al hígado desde insuficiencia hepática hasta una cirrosis ya establecida, y es donde se inicia la investigación, pero ya demasiado tarde.

El objetivo principal de atacar la hepatitis C, es curar la infección hasta llevar a un paciente a una carga viral indetectable, obtener una respuesta viral sostenida, sin presencia de virus en sangre, incluso 12 semanas después de haber terminado el tratamiento antiviral, antivirales denominados antivirales directos, que han venido a demostrar que llegan a aniquilar al virus totalmente, al eliminar el virus tendrá mucho mejor pronóstico ese paciente, pero el daño hepático ya está y se deberá detectar a tiempo para que el daño hepático no sea fatal.

¿Qué es lo que ha pasado? ¿Por qué esa mejoría tan marcada en los últimos 10 años? porque ya se entiende mejor la fisiología del virus, también la fisiología hepática, ya se cuenta con mejores medios de diagnóstico, las cuentas virales son muy exactas, pero lo que ha venido a ser el parteaguas es la aparición de los antivirales directos de última generación, pangenotípicos que llegan a obtener un margen de curación de hasta 95%, desgraciadamente son caros y no todo mundo tiene acceso a ellos.

Eliminémosla. ¿Cómo? llevando cursos de información, no solo al público en general, sino también a las personas que trabajan en el sector salud y hacer campañas de detección masivas, cuyo único objetivo sería detectar los pacientes contagiados de hepatitis C y a esos pacientes atacarlos con antivirales directos, y así podemos eliminar de la faz de la tierra esta enfermedad, sueño no, es una realidad, pero requiere de mucho esfuerzo, que muchas personas no están de acuerdo en realizar.Gracias.