Morelia; Michoacán, 13 de julio de 2019.- El coordinador de la Representación Parlamentaria en la 74 Legislatura, Javier Paredes Andrade, presentó una iniciativa con proyecto con decreto para reformar y adicionar diversas disposiciones la Ley Orgánica y de Procedimientos del Congreso del Estado, para dotar de un código de ética a los representantes populares.
La citada iniciativa reforma las fracciones III, VI, VIII, X y XI y se adicionan las fracciones de la XII a la XXIII, del artículo 7. Se reforman las fracciones I, III y IV y se adiciona la fracción V, del artículo 9. Se reforman las fracciones IX, X y XI y se adiciona la fracción XII, todos ellos de la Ley Orgánica y de Procedimientos del Congreso del Estado de Michoacán de Ocampo.
Entre los puntos propuestos, por el diputado único de Movimiento Ciudadano, destaca la puntualidad a los labores del legislador y desempeñarlas con el máximo esfuerzo, capacidad y responsabilidad, ejerciendo su libertad de expresión y demás derechos fundamentales, sin violar derechos de terceros.
Conducir su conducta con respeto durante las sesiones, en sus intervenciones y en los trabajos legislativos en los que participen; separar de su condición de legislador el ejercicio de actividad mercantil o profesional.
Omitir alentar, iniciar o promover cualquier acción que ponga en riesgo la seguridad de los legisladores, empleados o ciudadanía en el Recinto o en cualquier lugar en que se desempeñen labores propias del Poder Legislativo del Estado.
Convertir su conducta cotidiana en ejemplo de vocación de servicio a Michoacán y de compromiso con los valores que inspiran al estado democrático de derecho.
Realizar sus labores conforme a los principios de independencia, lealtad, transparencia, honradez veracidad, respeto, tolerancia, responsabilidad, democracia, integridad, objetividad y justicia.
Desalentar, combatir y denunciar cualquier acto de corrupción en el ejercicio del poder público que implique un beneficio económico o de cualquier otra índole, sea para sí o a favor de un tercero.
Respetar la investidura parlamentaria, incompatible con una conducta que atente contra el orden público, los valores éticos y las normas morales.
Declinar cualquier tipo de regalos, atenciones o situaciones que puedan ser medio para interferir en la independencia del desempeño de sus funciones.
Pretender trato preferencial al realizar trámites personales, familiares o de otro tipo de relaciones ante instancias del poder público o privadas.
Abstenerse de
participar en la discusión de temas, investigaciones, iniciativas o en la
aprobación de leyes en la cuales puedan quedar favorecido intereses económicos
o de cualquier otra índole, directos personales o familiares.
Realizar su función legislativa con el cuidado y esmero requeridos, estudiando
cada asunto y emitiendo su voto siempre en conciencia, en beneficio del estado;
leer cada documento antes de firmarlo y responsabilizarse de su contenido.
Prescindir de emplear en los órganos del Congreso a familiares hasta cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad.
Preservar los bienes y valores del Congreso, que tengan a su cargo y utilizarlos exclusivamente para el desempeño de sus funciones; acudir puntualmente y permanecer hasta la conclusión de las sesiones de Pleno, comisiones y comités de los que sean integrantes, o abandone el Recinto y no regrese durante ésta o se ausente durante una votación, sin causa justificada.
Tratar con deferencia y cortesía a sus pares, escuchando sus intervenciones en tribuna, con interés, consideración y urbanidad, respetar al personal del Congreso y a todos los electores, cumpliendo con las normas de disciplina determinadas; entre otra.
Paredes Andrade también propuso que en caso de no cumplirse con lo establecido, el infractor se hará acreedor a una privación del equivalente a uno a cuatro meses de dieta.
El también politólogo, destacó que la ética parlamentaria es fundamental para recuperar la credibilidad ante la sociedad y con ello legitimar y brindar una mayor fuerzas a los trabajos legislativos.