Por Rafael Rivera Millán
La falta de lluvias no solo en esta parte de la costa michoacana no solamente hace estragos en los campesinos de la región, sino también en la presa Infiernillo, la cual a simple vista, captamos a bordo de un autobús de pasajeros en el que nos trasladamos la mañana/tarde de ayer martes de la ciudad de Uruapan a Lázaro Cárdenas, en donde se observa que la misma presenta uno de sus niveles más bajos, precisamente porque en la parte de la sierra del estado y de por supuesto en los estados por donde atraviesa este río Balsas que la alimenta, y que se ha hecho famoso a nivel internacional por las competencias de carrera de lanchas que por muchos años se han celebrado sobre sus turbulentas aguas, lo mantiene en esas condiciones.
Desde el autobús se puede observar la franja seca del máximo embalse que ha llegado a tener, y que son varios metros los que ha descendido su nivel.
Por más que tratamos de obtener datos sobre el nivel actual de la presa, que de manera extraoficial se calculó alrededor de un 40 por ciento, no hubo nadie que nos proporcionara información, pues en el teléfono oficial que teníamos del Distrito de Riego nadie contestó la llamada.
De manera también extraoficial alguien nos dijo que ya no había ninguna representación en lo que se conoce como campamento de la SARH, que ahora quien atiene estas cuestiones se pasó a una oficina del complejo de la APILAC.
Recurrimos a quien creíamos todavía seguía atendiendo la oficina que en un tiempo fue del buen amigo Leónides Pacheco, en este caso el ex alcalde Manuel Santamaría Contreras, quien nos contestó que ya desde hace un buen tiempo había dejado la responsabilidad de esa oficina, y que al parecer hasta el momento solamente había un personal administrativo pero hasta ahí. Lo cierto es que como luego dicen, el cambio climático si está afectando al río Balsas.
