* En los últimos tres meses van más de 30 ejemplares de tortuga golfina que han sido depredados no solo los nidos del quelonio, sino la misma tortuga por parte de perros en Solera de Agua.
Por Rafael Rivera Millán
Rafael Lemus Medina y Moisés Hernández lozano, Presidente y Secretario del campamento tortuguero de Solera de Agua, que maneja el grupo ecologista El Bejuco en Movimiento, a través de este medio hacen un fuerte llamado a las autoridades de la Armada de México, así como de los gobiernos estatal y municipal, para que haya una mayor vigilancia en la zona costera del municipio, pero sobre todo en la Playa El Malacate donde tienen el campamento tortuguero, porque del 10 de agosto a la fecha, aseguran, van más de 30 tortugas adultas que han sido muertas por ataque de una jauría de perros.
Los directivos del citado campamento señalaron que incluso ya se tiene detectado quienes son los dueños de esos perros, pero que hace falta que alguna autoridad les ordene encerrarlos o bien depositarlos en un centro para este tipo de animales, a fin de que no sigan haciendo de las suyas con las tortugas que quedan indefensas ante sus ataques, y posteriormente ya mutiladas, porque ni siquiera las matan o se las comen completas, los quelonios quedan a expensas de los zopilotes, y como quedan boca arriba sobre la arena, son presa fácil de este otro tipo de animales carroñeros.
Indicaron sentir impotencia de solamente observar, cuando acuden en las mañanas al campamento, a las tortugas mutiladas, por los perros y zopilotes, sin que ninguna autoridad hasta el momento haya hecho eco de sus denuncias. “Nosotros somos ambientalistas y no podemos matar los perros”, recalcó Rafael Lemus.
El problema de la jauría de perros no solo en el campamento tortuguero de Solera de Agua, sino en muchos otros más, tiene ya buen rato y solamente se podrá resolver en cuanto el ayuntamiento porteño tenga funcionando una perrera municipal en forma, porque aún cuando personal de la Comisión de Pesca del gobierno del estado ha acudido a hablar con los dueños de esos animales, no hacen caso de amarrarlos y en muchas de las ocasiones hasta se molestan porque se les llama la atención, dijo José Luis Portillo Sánchez, delegado regional de Compesca en este lugar.
Es triste y lamentable añadió, seguir viendo esta situación como lo denuncian los del campamento de Solera de Agua, “porque no sabemos nosotros a qué instancia acudir o a quién le corresponde frenar esa jauría de perros, necesitamos resolver esto de fondo, porque las pobres tortugas no tienen cómo defenderse”, recalcó el funcionario estatal.
La solución apuntó, es hablar con los dueños de cada perro, pero ya se ha visto que no entienden, incluso apunta José Luis Portillo, él ya fue víctima de un can, que lo mordió en una mano en la playa de Boca Seca del municipio, pues además de que los perros ya se hicieron adictos a los huevos y a la carne de tortuga, también se muestran agresivos con las personas, y ni modo de matarlos La solución reitera, es el funcionamiento de la perrra municipal, pero bien en forma.
Para evitar que cada vez más los perros ataquen a las tortugas cuando salen a desovar en las playas del municipio, lo que recomendó en entrevista con este diario la titular de Ecología Municipal, Maribel Rodríguez, fue que los responsables de los campamentos tortugueros vigilen más esos sitios, ya que su departamento no cuenta con equipo para hacer recorridos de vigilancia ni tampoco es posible, de momento, llevar los canes a la perrera municipal, que hasta finales de diciembre comenzará a funcionar en la tenencia de Guacamayas.
Mencionó que antes de finalice el próximo mes de diciembre se tendrá disponible la primera etapa de la perrera municipal, con 68 cajones para igual número de animales, los que pueden ser llevados por sus propios dueños al centro canino que estará funcionando sobre la carretera que conduce de la tenencia de Guacamayas a la presa La Villita o bien pedir el apoyo de Ecología Municipal.
Pero de momento dijo, serán los propios encargados de los campamentos tortugueros, quienes cuentan con cuatrimotos proporcionadas por el gobierno del estado, los que hagan recorridos de vigilancia en esos vehículos para ahuyentar a esos animales porque Ecología Municipal no cuenta con ese tipo de unidades para hacerlo.
