Avanza en tiempo y forma construcción del estadio del club de futbol Cocodrilos

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El pasado fin de semana se coló otro tramo de graderío del estadio de futbol del club Cocodrilos, construcción que avanza en tiempo y forma.

La construcción del estadio de futbol del club Cocodrilos de este puerto, que encabeza Eleazar Molina Segura, avanza en tiempo y forma. Este fin de semana se coló otra parte del área de gradas de lo que será la primera etapa del inmueble, que se pree esté lista esta primera parte en el transcurso del 2021, junto con la cancha reglamentaria de futbol, para que el club, que actualmente milita en la Tercera División Profesional, pueda jugar en su nuevo estanque, pero con una categoría de por lo menos Segunda División.

Molina Segura dijo que con esta pequeña muestra de cómo se está trabajando actualmente en la construcción del estadio, el público inversionista y quienes todavía no se animan a ser parte de este proyecto, que ya es una realidad, vean que su dinero si se está utilizando en algo bueno, en algo positivo, y que en un tiempo no muy lejano, les dará dividendos a quienes han adquirido y siguen comprando acciones que todavía valen diez mil pesos cada una.

Cocodrilos vence 2-1 al equipo de Sahuayo.

Por cierto, el club de futbol Cocodrilos, el equipo de todos, en el partido de la jornada 7 le tocó recibir el sábado al equipo representativo de la ciudad de Sahuayo, Michoacán, en donde los jugadores locales, con muchos apuros lograron vencerlo por marcador de dos goles contra uno. Cabe señalar que en el primer tiempo, al equipo local le fue anulado un gol por un supuesto fuera de lugar que muchos aficionados recriminaron esa actitud del silbante que dirigió el encuentro.

Uno de los aficionados apodado El Plátano, animaba a los locales ofreciendo de su bolsillo, un premio en efectivo para quien anotara el gol del triunfo, lo que así sucedió y ante las bromas y gritos del público del área de palcos, tuvo que sacar la cantidad ofrecida, la cual primero depositó en manos del presidente del club, Eleazar Molina y posteriormente El Plátano lo entregó al jugador Baruc Ochoa.