Robos constantes en el Aeropuerto Internacional de Ciudad de México

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Los robos son pan de cada día cerca de lugares tan concurridos como el Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (AICM). Pese a las medidas de seguridad que adopta el establecimiento, desde 2016 se ha registrado un importante crecimiento de las denuncias por robo de equipaje en el aeropuerto más importante del país.

 

Solamente hasta agosto de 2019, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) recibió 178 quejas por pérdida o deterioro de maletas. Los usuarios trasladaron su malestar subiendo su equipaje dañado a redes sociales, en la cual critican con dureza a las aerolíneas a cargo de sus maletas.

 

Ya a inicios de 2019 las autoridades del AICM detectaron a dos organizaciones delictivas que realizaban sus operaciones en la terminal aérea, y a otras cuatro que se dedicaban al robo de equipaje. De acuerdo con información del aeropuerto, se ha detenido a dos miembros de una de estas bandas delictivas. No obstante, los robos continúan.

 

Cuando viajamos debemos tener especial cuidado con nuestro equipaje para reducir las posibilidades de robo. En primer lugar, debemos marcar nuestra maleta con un listón o alguna cosa que la diferencie del resto. Además, tenemos que usar un candado de seguridad. Hay maletas que integran otros sistemas de seguridad que pueden resultar útiles. En sus versiones más modernas, las maletas integran un candado de combinación TSA, el cual es un segundo refuerzo para nuestras pertenencias.

 

Los casos de robo en el AICM han crecido tanto que incluso han llegado a aparecer en distintos medios de comunicación. Tenemos el caso de Julia Reyes, dueña de la empresa de ropa Chocochips, quien tenía que enviar regalos a Estados Unidos a quienes la apoyaron en una campaña de recaudación de fondos.

 

La propietaria decidió enviar la maleta con una amiga que viajaría con Volaris a Hermosillo, Sonora y luego contrataría un servicio de paquetería. La maleta nunca llegó. Julia Reyes contó que luego de tres días la empresa la declaró como “perdida” y cuando hizo el reclamo, esta no quiso hacerse responsable y solo quiso pagar un monto que ni siquiera alcanza a cubrir el costo de la maleta.

 

Alejandra Barrera es otro caso. En noviembre de 2017 viajó con su pareja por Interjet a Huatulco. Cuando regresaron a Ciudad de México notaron que a las bolsas laterales de una de las maletas les habían roto los broches. Al revisar sus pertenencias se dieron cuenta que les faltaba un frasco de sal de gusano y otro con chapulines.

 

Aunque no eran objetos de especial valor, el hecho de que les hayan abierto las maletas constituye una violación a la privacidad. La pareja indicó que no pusieron la denuncia ante la compañía porque cuando notaron el hecho el taxi ya los estaba esperando afuera de la Terminal 1 para llevarlos a su destino.