Por Francisco Rivera Cruz
Cuidar un par de iguanas que no se las comiera la gente hace 30 años dio origen a un iguanario que hoy en día tendrá unos 200 ejemplares, y ha llegado a tener hasta 300, dio cuenta José Valdovinos Guillén.
El iguanario se localiza en la comunidad de Chucutitán, sobre la carretera costera y junto a ésta, de ahí que invitara a quienes transiten por la zona, a extremar precauciones, a fin de evitar atropellar alguno de estos reptiles.
Entre gallos, que con mucho afán cría, se paró a narrar mientras arriba de árboles, entre los que destacan algunos pinzanes, se correteaban algunas iguanas, cómo es que el lugar a pesar de situarse junto a carretera y después de una curva, representa interés sobre todo para turistas.
Aunque en la región es extraño ver iguanas, todavía la gente está familiarizado con ese reptil, por eso sería que los que vienen de otras ciudades se quedan en el lugar para tomarse fotos con los animalitos, comenta.
Las iguanas, pertenecientes a la variedad verde, se encuentran en total libertad y, por ende, tienden a cruzar la carretera de manera constante, sobre todo cuando los machos destierran a otros, ya que se trata de una especie territorial, es decir que pelea espacios.
Lo curioso del caso, es que no hay acotamiento para que los paseantes se estacionen y ni aviso alguno sobre el mencionado aguanario, comentando que se ha pedido a la autoridad, sin señalar cuál, que auxilie con señalética.
Valdovinos Guillén, invitó a todo aquel interesado en conocer más sobre este reptil, acuda a la comunidad costera, que se localiza a la altura del kilómetro 13 de la carretera 200 Playa Azul-Manzanillo.
De hasta más de tres kilos de peso, y con tonalidades verdes, blancos y rosados se pudo observar varios ejemplares, alguno resaltando su ojo pariental con el que absorben energía solar, ya que se trata de especie de sangre fría.
