PIDEN “PISO PAREJO” EN CIERRE DE NEGOCIOS

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Pocos fueron los oferentes de los tianguis de ayer viernes, como esta vendedora de pollo, que tenía cubre bocas al estar manejando el producto que vendía al público consumidor.

* El gobierno municipal no debe “hacerse de la vista gorda” y dejar que unos negocios funcionen y otros del mismo rango o rubro se les ordene cerrar, dicen restauranteros.

Por Rafael Rivera Millán

Luego de que el cabildo porteño acordada a mediados de esta semana el cierre de diversos negocios, entre ellos restaurantes o enramadas del litoral de este municipio, que en su mayoría acataron la disposición y cerraron para evitar al máximo se expanda el contagio del COVID-19, en algunos otros sitios se sigue trabajando, por lo que, pidiendo el anonimato, señalaron al Noticiero de este diario, que el gobierno municipal debe implementar “piso parejo” para todos. “Si se van a tomar medidas drásticas que se haga, si así se puede contribuir a frenar la pandemia, peor no es justo que nosotros si cerremos y otros sigan trabajando”, puntualizaron.

Lo anterior, luego de un recorrido realizado por la ciudad, en donde pudimos observar que algunos restaurantes, sus propietarios prefirieron cerrar por completo por el tiempo que dure la medida sanitaria, y otros más como la cadena de Pollo Feliz, redujo en buena medida la capacidad de mesas para atender a los comensales e incremento su sistema de pedidos para llevar.

Sin embargo en los tianguis ubicados a un costado de parque Jesús Romero Flores y sobre la avenida Heroica Escuela Naval Militar, se observó que la mayoría de los oferentes, sobre todo de quienes expenden alimentos como pollo fresco, pescado, carnitas, lácteos, verduras y otros insumos, no tenían cubre bocas, y aunque se nos dijo que estaban acatando las medidas sanitarias impuestas por el sector salud, como el tener gel o agua para que los clientes se laven las manos, no los vimos.

En entrevista, el tianguista y ex regidor municipal Jesús Manríquez Montes, afirmó que estaban aplicando las medidas preventivas, y recomendando a las personas que acudiera solamente una persona por familia a surtir la despensa, y que evitaron que a esta actividad acudieran adultos mayores.

Comentó que las 7 organizaciones de tianguistas ya buscaban la forma de ponerse de acuerdo para implementar canastas alimenticias para ser distribuidas a sus clientes a través de pedidos telefónicos, como se estaba haciendo en Morelia, pera ello iban a buscar el apoyo de la presidencia municipal, para que todo fuera de manera ordenada y así poder atender los pedidos de una despensa completa o lo que requieran de insumos básicos las familias lazarocardenenses.

Por su parte, Tomás Muñiz Navarro, Presidente de los Tablajeros del municipio, entrevistado mientras laborada en su carnicería del Mercado Cuauhtémoc, comentó que la afluencia de amas de casa a ese centro de abastos seguía en forma normal, aunque si se estaba recomendando que no lo hicieran acompañadas de hijos menores de edad o adultos mayores, como lo está marcando la autoridad sanitaria.

En torno a implementar un tipo de canasta básica alimenticia, dijo que tendría que ser la autoridad municipal quien encabezara esta acción, porque si se deja a los comerciantes, no habría control y todo sería un relajo, pero le pareció buena la idea, para así evitar mayor aglomeración de personas y tratar de reducir con esto la propagación del COVID-19.

En su opinión, está faltando mucha información sobre los protocolos que hay que seguir, y demandó que el presidente Andrés Manuel López Obrador debería de predicar con el ejemplo, ya que los más de 30 millones de personas que votaron por él, lo siguen fielmente y si él hace una cosa, ellos de seguro lo replican, pero como ven que él sigue saludando o abrazando a la gente, muchos no creen en los efectos letales de la pandemia.

“Pero si nuestro presidente no ha tomado esas medidas que su mismo subsecretario de salud le ha dicho, y si la gente ve que él hace caso omiso a los protocolos, debiera de acatarlos, para que por lo menos los 30 millones que votaron por él, les infunda confianza para que tomen también esas medias y se pueda frenar o abatir esta enfermedad”, expresó.

A su vez Fernando Cabrera Garfas, también ex regidor municipal y dueño de las Taquerías Cabrera, al tiempo de criticar el hecho de que en la mayoría de este tipo de establecimientos, el gobierno municipal les haya dicho que sólo operaran con pedidos para llevar, era incongruente que la misma alcaldesa Itzé Camacho, por la mañana de este viernes estuviera invitando a la población a ir a desayunar a una taquería ubicada cerca de la Unidad Deportiva Municipal, cuando la orden era de que nadie debería de recibir clientes, sino solo atender pedidos para llevar.

Por lo que hace a su negocio, dijo que él ya no estaba recibiendo clientes, que todo lo que estaba vendiendo era solo de pedidos para llevar, y que incluso el costo extra por ello, era de manera voluntaria, si el cliente quería, aunque recalcó que la persona que lo estaba haciendo era un muchacho que estaba poniendo su propia motocicleta, con el afán de ganarse un dinerito extra. “En apoyo a la presidencia municipal estamos haciendo esto para que el contagio no crezca, evitando así, en la medida de lo posible, que la gente salga de sus casas”, puntualizó.

Por otro lado, el señor Armando Bribiesca Tapia, de Tortas El Güero, dijo también que ellos solo estaban trabajando para atender  pedidos para llevar, y que estaba pensando mejor en cerrar, porque de por sí, puntualizó, sus ventas con el inicio de la pandemia se habían reducido a un 50 por ciento, con esto último habían bajado ya a un 30 por ciento, lo cual era ya insostenible, pues no habrá ganancias y a duras penas podrá sacar para pagar sueldo de empleados, y pago de impuestos y servicios.

Consideró urgente el que el gobierno, en el nivel que sea, los apoye para el pago de salarios y que en el caso del municipio, por el momento no les cobraran los 560 pesos semanales que él paga como “pisaje”, además de los 709 mensuales de agua y un promedio mensual también de 1,500 de energía eléctrica. “Tenemos muchos gastos para vender poco, no sale, por lo que estamos viendo si le seguimos trabajando o cerramos definitivamente”, anunció.

Finalmente la encargada de la Taquería Rubí, cercana a Protección Civil Municipal, comentó que al igual que sus colegas de ese rumbo, estaban funcionando pero solo para atender pedidos para llevar, y que aunque seguían acudiendo algunas gentes, se les estaba dando a conocer esa disposición.

Comentó que al igual que varios de sus compañeros, si la emergencia sanitaria ameritaba incrementar más medidas restrictivas, estaban viendo la posibilidad de mejor cerrar, pues las ventas se habían desplomado, por lo que demandó que por lo menos el gobierno debería de apoyarles para cubrir los salarios de los empleados, así como para el pago de impuestos y servicios. Ellos dijo, pagan alrededor de 925semanales de “pisaje” al ayuntamiento porteño.