Por Francisco Rivera Cruz
El transporte público en Lázaro Cárdenas padece la pandemia del Covid-19, pero no es sinónimo de terror y muerte como supuesto líder de este sector lo declaró a un medio electrónico, apreció Manuel Sánchez Naranjo, dirigente de la línea de Autobuses Río Balsas.
Entrevistado dijo que han asumido todas las recomendaciones y medidas señaladas por la autoridad sanitaria, Comisión Coordinadora del Transporte y gobierno municipal, para evitar contagios de Covid-19, y siendo que sufren malos ingresos, ahora ArcelorMittal les “aprieta la tuerca”.
Del primer tema, las declaraciones de un dirigente que dijo desconocer, dijo ocuparse debido al irresponsable manejo de que el transporte público es un riesgo aquí, Lázaro Cárdenas es terror y muerte y todavía se criticó a los gobiernos estatal y municipal, es algo que no comparte ni Autobuses Río Balsas ni el sector transporte, afirmó.
De la diferencia que ha surgido con la acerera ArcelorMittal trajo a tema que hace unas semanas pararon las empresas contratistas, y hace dos semanas al reactivar trabajo, sorpresivamente los trabajadores que se desplazaban de Las Guacamayas y La Mira, ya contaron con especiales.
Se han buscado pláticas con representantes de la siderúrgica vía telefónica pidiendo atender el tema, porque el servicio está afectando más el crítico estado económico de las líneas transportistas.
“Veníamos respetando a la empresa foránea, pero resulta que ahora hasta las moronitas que se caían de la mesa se quieren llevar y creo que no se puede permitir”, dijo Sánchez Naranjo.
Un buen ingreso es el que se está yendo, y a una empresa foránea que no gasta sus recursos aquí en Lázaro Cárdenas, y los argumentos de ArcelorMittal no son muy convincentes, dice que es para control de sus trabajadores.
Y no convence, porque no los confina, al término de cada turno se regresan con sus familias, las cuales se desplazan a centros comerciales a comprar y entonces se rompe la línea de cuidados, que se quiere mostrar en la empresa, señaló el entrevistado.
Aclaró que no están pidiendo concesión de los viajes especiales sino que se deje que los obreros se sigan transportando en las combis, que no sea pretexto la pandemia para especiales porque incluso “si así fuera, acá también hay gente que puede dar ese servicio, sería cuestión de platicarlo, pero nos miraríamos queriéndonos ver en el servicio, siendo la petición liberarlos y dejar que se transporten en el servicio público.
Al respecto, el dirigente dijo “ya veníamos padeciendo, y le aprietan otra vuelta más”, detallando que se trata de seis camiones especiales y unos 200 trabajadores que transportan.
El tema originó un escrito al gobernador Silvano Aureoles, y enterar al H. Ayuntamiento, a la Policía De Caminos, Cocotra, Delegación de Tránsito, y a todos los que deben estar enterados del asunto para que esos camiones se retiren y esa gente se siga transportando en las combis.
Expresó que el transporte del servicio urbano y suburbano en este municipio, lamentablemente no se logra reactivar, pues la gente sigue sin salir aunque se hayan reactivado algunos negocios que ahora abren de lunes a jueves.
Dijo que contrario a lo que se ha señalado, se siguen al pie de la letra las recomendaciones del gobierno estatal y municipal, con desinfección, sana distancia y desde hace cuatro semana sanitizando las unidades por ArcelorMittal en la zona de El Manguito.
Detalló que de lunes a jueves las 700 unidades que forman la flotilla, opera en un 75% y los otros tres días al 50 por ciento, lo que refleja malos ingresos.
Detalló que la utilidad o cuenta, antes de la pandemia era de entre 700 a 800 pesos y ahora llega apenas a 300 y en un día bueno a 500.
Y el concesionario no es el único que las sufre, el chofer dice que no le conviene pues la trabajar a porcentaje, le puede ir mejor en otras actividades, como corte de mango.
