
Por Francisco Rivera Cruz
No se trata de simple contaminación del medio ambiente, la población de Lázaro Cárdenas arriesga su salud ante alta posibilidad de cólera, hepatitis y tifoidea, al vivir entre aguas negras, de las que quedan sin tratar hasta 52 millones de litros por día.
Considerando que el Comité de Agua Potable y Alcantarillado de Lázaro Cárdenas (Capalac) está tratando el 30% de las aguas residuales que se generan, y a la vez el número de habitantes, tenemos que más de 52 millones de aguas residuales sin tratar se van al Río Balsas, al subsuelo, los esteros y al mar.
Una situación más optimista pero que no disminuye la amenaza a la salud, es que 19 millones de litros de aguas sucias se están quedando sin tratar diariamente, de sacar estimaciones de las 52 mil 136 tomas domiciliarias y el promedio que señala la Comisión Nacional de Aguas (Conagua).
De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda del 2020, en Lázaro Cárdenas somos 196 mil 003 habitantes, mientras que, de acuerdo con Capalac, hasta 2017 atendía 52 mil 136 tomas domiciliarias, de igual forma, señalaba como dotación en litros por habitante cada día 537 litros en el año 2015.
La Conagua estima un consumo promedio de 380 litros/día/habitante, esto quiere decir que, en Lázaro Cárdenas, si tomamos el total de la población se tienen de manera diaria 74 millones 481 mil 140 litros de aguas residuales diarias.
De tomar los datos del Capalac en cuanto a viviendas y su dotación de agua, se tendrían 27 millones 997 mil 032 litros diarios de aguas residuales.
Si el Comité de Agua está tratando el 30 por ciento de las aguas residuales que se generan, y referimos el número de habitantes, tenemos que más de 52 millones de aguas residuales quedan sin tratar. Ahora que si tomamos por tomas domiciliarias, habrá más de 19 millones de aguas residuales vertiéndose sin saneamiento a cada día.
Para el Centro de Investigación Ambiental Las Truchas, el problema de las aguas residuales en el municipio es que se están vertiendo de manera directa a los esteros, ríos, arroyos, lagunas, al mismo subsuelo y todos en consecuencias tienen destino final el océano.
El organismo, que llevó a cabo investigaciones sobre el impacto negativo en los manglares y en particular en la Laguna Costera El Caimán, señala que si la contaminación que pone en peligro a la salud de todos se evade es por falta de voluntad más que por falta de recursos.
“El uso de tecnología para el tratamiento de las aguas residuales es una de las actividades que se pueden llevar a cabo, sin embargo, la falta de conocimiento, el desinterés y la falta de voluntad de los gobiernos municipales, ha propiciado lo que actualmente tenemos”, sostiene.
Y precisa que tenemos canales pluviales que funcionan como vertederos de aguas residuales con destino final al río Balsas, una gran cantidad de fosas sépticas que contaminan los mantos freáticos de donde estamos extrayendo el agua para diversos usos, colapsos de la red de drenaje con consecuencias en la salud “y una gran fila de etcéteras”.
Algunas acciones que se deben realizar para sanear las aguas residuales, serían propone el Centro de Investigación, Construcción de colectores en sitios estratégicos y evitar que las aguas residuales y las aguas negras continúen cruzando los canales pluviales propiciando enfermedades en la población.
Da lugar a lagunas de oxidación, que son de bajo costo, aunque ocupan gran espacio. Nuevas tecnologías (diversas empresas) que incluyen plantas de tratamiento en “miniatura” de acuerdo con las necesidades, esto debido a que en el municipio se cuenta con muchas comunidades pequeñas.
Otra alternativa sería el uso de biodigestores (donde también hay diversas empresas y marcas) para dejar de usar las fosas sépticas tradicionales.
“La solución al problema consiste en entender a la naturaleza, como funciona la transferencia de energía a través de los distintos eslabones de la cadena alimenticia y copiarlo”.
El método tradicional de tratamiento ya no cabe debido a que existe una serie de subproductos que pueden emplearse en otras actividades y pueden aprovecharse, pero es necesario cambiar la actual tecnología que se está usando.
En Lázaro Cárdenas, como en otras ciudades, existe la experiencia de que muchas veces se ha dado rehabilitación a las plantas de tratamiento, pero se abandonan debido al alto costo de su mantenimiento.
Las seis tenencias: Las Guacamayas, La Mira, Buenos Aires, Playa Azul, El Habillal y Caleta de Campos, que tienen más de 150 mil habitantes, mandan al subsuelo, ríos, esteros y el mar sus aguas sin ningún tratamiento. La única planta que se mantiene en servicio es la Uno de Lázaro Cárdenas y ello porque el Capalac vende el agua que sanea a la empresa ArcelorMittal.