* Directivos del CCT exhortan a la ciudadanía a ejercer sus derechos.
Por Francisco Rivera Cruz
Para el presidente y secretario del Consejo Ciudadano de Transparencia de Lázaro Cárdenas, ingenieros Alfonso Castillo Abogado y Benjamín Rodríguez Álvarez, hay derechos que lamentablemente no sabe la ciudadanía que tiene y por lo mismo no los puede ejercer.
El derecho a ser informado de la hacienda pública, decisiones en obra y servicios, incluso, los ciudadanos deben tener participación, expresaron durante participación anoche en el Noticiario de Gente del Balsas.
Castillo Abogado expresó que mientras los ciudadanos no exijan sus derechos, “vamos a seguir como se va, sin rumbo, sin planeación, a caprichos”. Cuando en la ley existen figuras como el referéndum o plebiscito, de los que en un ejercicio lo que resulte debe aceptarse por la autoridad metida a esa valoración.
Evidente para esos mecanismos se requiere de una sociedad organizada con consejos ciudadanos y ONG activos, que serían incomodos para una autoridad, “pero debe entender que la sociedad necesita respuestas”.
Para los exponentes, si se hiciera un ejercicio sobre los problemas, se encontraría que “los de unos son de muchos”, y persisten a falta de hacer valer derechos.
Se hablaba sobre el por qué la sociedad no es aliada del gobierno municipal en turno, y anotaron que a las autoridades les causa temor meter a la ciudadanía dentro, por miedo tal vez a perder burocracia.
Y sin embargo, debe participar la ciudadanía porque todo indica que es la única capaz de empujar proyectos de obras y servicios a largo tiempo y con planeación.
Lamentaron que en ningún campo rubro haya planeación, y se prefiera la anarquía, pues nos hemos acostumbrado a calles pestilentes por basura o aguas residuales, y hasta a recibir agua de mala calidad a la que llaman agua potable.
Las obligaciones del Ayuntamiento están claras, y empiezan con agua potable, además de drenaje sanitario, manejo adecuado de basura, alumbrado público y seguridad pública.
Se hizo normalidad también que haya alguna obra o se vaya construyendo violando derechos ciudadanos o las propias normas, es decir que los problemas del día a día se vayan agravando.
