¿Por qué recae el recaído?

0
3052

Por Ernesto Salayandia García

La respuesta, es muy simple, porque nunca se levantó.- Podemos hablar de adictos al juego, al sexo, a la pornografía, por supuesto al alcohol y a las sustancias, fármacos, marihuanos, codependientes, en fin, al fin enfermos y adictos, muchos de ellos se la pasan entre resbalón y resbalón, aunque avisos de caída son, no son nada saludables en la recuperación de una adicción, cualquiera que sea, a sustancias conductas o malos hábitos, la condición de la enfermedad, físico, mental, emocional y espiritual, yo estaba en la ruina total, no podía salir del infierno, entre más pasaba el tiempo, más me hundía en el pantano de las arenas movedizas, recuerdo, que estábamos recién casados, mi mujer me puso un ultimato, le die un noviazgo repugnante, una relación, hiper toxica, celotipia infernal y claro, destilaba alcohol y cocaína, hasta por los poros, ella me dijo.- O haces algo con tu manera de beber, o mejor aquí le paramos.-  Para esas fechas, mi consumo de cocaína, era impresionante, ella no sospechaba que de novio, tenía un cocainómano compulsivo y para  evitar un divorcio, accedí a internarme por 35 días en Oceánica, sin derrotarme, ni el aceptar que las drogas estaban consumiendo mi vida y en esa fecha, mi decadencia irreversible, apenas si comenzaba, sin saber a ciencia cierta los fondos tan severos que habrían el tocarme vivir, yo ni me imaginaba de la brutalidad de las consecuencias de mi enfermedad, que no aceptaba y por lo tanto, no respetaba.

Eso de alcohólicos anónimos, es pura jalada

El primer día que llegue a la CDMX, me revente con cocaína, el proceso en Mazatlán había durado 35 días, más una semana de luna de miel que pasamos en el puerto mi mujer y yo y en un hermoso rancho que se llama Las Moras, a 15 minutos de la clínica, había vivido todo un proceso de desintoxicación, una excelente y rica alimentación, alberca, yacusi y todo un cuadro de súper lujo, las instalaciones, eran casi nuevas como nuevo era el programa terapéutico para mí, me permitieron llevarme mi máquina de escribir portátil, así que me aboque a escribir de volada, los 12 pasos del programa de Alcohólicos Anonimos,de los internos, había de todo, pocos como yo, metodistas, es decir, que te metes de toco, coca, licor, cigarro, pastillas, morfina, era un ambiente cordial, la mayoría alcohólicos y el proceso fue grato, los días corrían muy rápido, me encantaba caminar a la orilla de las olas y sentarme en el Circulo de la Serenidad, a ciencia cierta, no sabía, lo que había pasado en mi vida, minimizaba mi alcoholismo y  mi adicción por la cocaína, mis tribunas eran huecas y por supuesto que manipulaba a mis terapeutas, fui por sangre, dominado por mi celotipia obsesiva, lleno de ansiedad, me fue dos noches de la clínica, fui al hotel a inspeccionar a mi mujer, a ver si estaba con alguien, a ver si traía un chupete, algún razguño que diera muestras de que me engañaba con su amante, por supuesto, mis celos permanecieron en el baúl de los recuerdos, como la historia de mi vida, cerrado, negado, así me avente este proceso, había hechos de mi vida pasada que estaban guardados como verdaderos secretos de estado, nunca me abrí, nunca acepte mi condición de enfermo, recuerdo que me costaba mucho trabajo decir que soy alcohólico, más aun, decir, soy drogadicto, cocainómano, yo no entendí de que se trató, únicamente cumplía con un leve compromiso con mi esposa de dejar de beber y que tampoco cumplí como con las recomendaciones que se me hicieron de ir a una junta diaria de Alcohólicos Anónimos en San Agustín Polanco, CDMX y  a las reuniones de mantenimiento de la misma clínica que eran cerca del parque Hundido de Insurgentes sur, no cumplí con mi promesa de no beber ni unas gota de alcohol.

Del aeropuerto, nos fuimos a la casa de mi cuñado, me dio en la mano tremendo pase de cocaína, me dijo, – Es todo tuyo, entre al baño,  me lo chute a jalones, ahí tire las ilusiones de mi esposa, eche por el escusado las esperanzas de vivir en sobriedad y esa mañana, en ese momento, abrí las puertas al verdadero infierno que viví.- Me volví loco.-  Convertí a la cocaína, en mi novia, mi esposa, me amante, mi todo.- Mi cuñado, me dijo.- Eso de Alcoholaos Anónimos, es pura jalada.- y así me fue.-

La película del terror

Recientemente conocí a un adicto al cristal, que como yo, súper negado, fue una experiencia única, conocí el llamado síndrome del zombi, un rosto propiamente de perro rabioso, lleno de odio, miedo y frustración, una mirada perdida ida totalmente dopado  de cristal y la verdad. No sé qué otra porquería se había metido, yo  me acorde de mi lenguaje corporal, llegue a pesar menos de 50 kilos, flaco, ojeroso, sin ilusiones, en ruina total, mi mujer, me llevo con un médico internista, ella estaba embarazada de mi hijo Gabriel, que ahora tiene 26 años, el doctor, discretamente, le pidió que pasara al privado y ahí en corto, le dijo.-. Señora, no se espante, pero su marido tiene SIDA, ese fue el diagnostico, cierto, pero muy irresponsable, ella se llenó de miedo.- Si Ernesto tiene SIDA, yo tengo SIDA, mi bebe, tiene SIDA, se puso histérica y salió echa en llanto del consultorio, yo lo  había perdido todo, me hundí en mis adicciones, me corrieron de mi trabajo, perdí familia, y no aceptaba que tenía un serio problema por mi manera de beber y de consumir drogas, mis delirios de persecución, me robaban el sano juicio, me volví loco, dormía con cuchillos, generando que el amante, el supuesto amante de mi mujer, me quería matar, tengo un artículo que titule, Marea Roja, así como queda la playa después de la marea roja, así quedaba mi casa, mi vida, era propiamente un desastre, los fondos de todo tipo, no se hicieron esperar, vinieron las perdidas y las consecuencias, soy un recaído que de milagro se salvó, hay una gama muy amplia de mis fondos en mis libros e infinidad de artículos, me ha tocado vivir la muerte de un gran número de adictos y adictas que no quisieron vivir en libertad, la loca de la azotea, el pensamiento alcohólico, hizo presa fácil de ellos como lo hizo conmigo.

Los fondos no son suficientes

En mi propia experiencia, tuve que tocar fondos muy drásticos, crueles, por demás severos y aun así, no me derrotaba, mi hermanita sufrió un terrible fondo, cayó al piso desde una altura de cinco metros, tuvo infinidad de recaídas, muy fuertes, pero no suficientes, me toco, conocer a un cocainómano, joven que por conducir drogado, alcoholizado, tuvo un tremendo accidente, en el, murieron, dos de sus mejores amigos, el, sigo drogándose como si nada hubiera pasado, conocí a Nancy, una adicta de 20 años de edad, muy bonita, se prostituía a los niveles más bajos para conseguir dinero para la sustancia, un día, la secuestraron, la dieron por muerta, casi la matan a golpes y vivió toda una película de terror, no paro, no quiso o no pudo parar, murió de sobredosis, en mis años de recuperación, no he visto a nadie que le gane, recientemente Manuel toco fondo, lo corrieron de su trabajo por faltista a consocia de la misma adicción  se vio en la necesidad de empeñarlo todo, pedir prestado y conseguir dinero de donde fuera para seguir drogándose, no pidió ayuda, hasta que murió de un paro cardiaco, recuerdo a mi amigo  se vio en la necesidad de empeñarlo todo, pedir prestado y conseguir dinero de donde fuera para seguir drogándose, no pidió ayuda, hasta que murió de un paro cardiaco, recuerdo a mi amigo  se vio en la necesidad de empeñarlo todo, pedir prestado y conseguir dinero de donde fuera para seguir drogándose, no pidió ayuda, hasta que murió de un paro cardiaco, recuerdo a mi amigo  se vio en la necesidad de empeñarlo todo, pedir prestado y conseguir dinero de donde fuera para seguir drogándose, no pidió ayuda, hasta que murió de un paro cardiaco, recuerdo a mi amigo  se vio en la necesidad de empeñarlo todo, pedir prestado y conseguir dinero de donde fuera para seguir drogándose, no pidió ayuda, hasta que murió de un paro cardiaco, , recuerdo a mi amigo Luis de 66 años, abogado, propietario de ranchos y casas, teniéndolo todo, entraba y salida del pantano, murió en mis brazos de una congestión alcohólica, se mantenía sobrio por temporadas, pero como los toros viejos, se echaba para atrás, solo para agarrar más vuelo y así como Luis, han muerto infinidad de alcohólicos y adictos que he tratado a profundidad en este laberinto sin final, donde la complejidad de la enfermedad, cobra víctimas y los estragos que deja son sumamente amargos, porque un alcohólico, es capaz de dañar a todas las personas que viven a su alrededor, esto es de vida o muerte, el camino no es para todos, por desgracia, hay niños que nacen predispuestos a las sustancias con antecedente genéticos, el entrar es muy fácil, el salir del infierno, es meramente imposible y no hay cosa más triste y deprimente que la vida de un adicto.