Sobreviven y crecen los basureros clandestinos en Lázaro Cárdenas

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Uno de tantos basureros clandestinos que existen a lo largo de la carretera costera 200, tramo Acalpican-Caleta de Campos. (Foto: Kike Rivera).

Por Francisco Rivera Cruz

Desperdicios de todo tipo: pañales, sillas rotas, botellas de plástico de cualquier marca de refresco, agua o jugo, cartones, madera y hasta tazas de baño, componen los montículos tirados en un predio ejidal usado como basurero.

Los desechos son de la comunidad de La Soledad, perteneciente a la tenencia de Caleta de Campos, que en lugar de usar el servicio de recolección que se supone se presta en la zona, ha optado por un tiradero clandestino.

“Habrá unos diez tiraderos clandestinos; desaparecen por algún tiempo o cuando se señalan, después siguen no sobreviviendo sino hasta siendo más grandes”, señala Moisés Hernández Lozano, presidente de El Bejuco en Movimiento, Asociación Civil que desde mayo de 2015 realiza labores de promoción de la Costa Michoacana.

De acuerdo a la Secretaría de Medio Ambiente (SECMA), 4 mil toneladas de basura generamos en el estado cada 24 horas, de la que el 80 por ciento de esos residuos aún es depositado en rellenos sanitarios o tiraderos a cielo abierto donde son compactados y sepultados.

El ciclo se completa cuando “muchas veces esos depósitos de basura resultan afectados por efectos climáticos y se generan lixiviados que se infiltran al subsuelo”, reconoce la dependencia estatal.

Se ocupa tener en esos rellenos sanitarios centros de transferencia o acopio de materiales reciclables, separar los residuos sólidos urbanos en valorizables, orgánicos y sanitarios para facilitar el reciclaje de materia prima y ahorrar recursos naturales, señala.

En lo anterior, coincide plenamente Hernández Lozano que apunta que en el basurero clandestino del predio cercano a La Soledad está el mejor ejemplo, pues hay madera, plástico, latas y muchos otros materiales que se pueden reaprovechar.

“En lugar de aprovechar los materiales y evitarle impactos a la madre naturaleza, de vez en vez le meten fuego, queman los desechos y queda el lugar preparado para seguir recibiendo basura”, observa.

En la visita que realizó el equipo informativo al sitio descrito, se encontraron materiales que evidencian remodelación de alguna enramada de playa. Loza de piso, tazas de baño, trozos de alambre y varillas, además de mucha madera.