Ecos para la posteridad

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Por Dra. Yazmín Arroyo

Bienvenidos sean mis estimadísimos lectores; en esta semana quiero recordar a Don Vasco de Quiroga artífice y un hombre que se adaptó a su tiempo y que luchó por los que no tenían nada, un hombre justo, y que encontró en su sabiduría sobrellevar los problemas y circunstancias, que en su momento tenía que enfrentar.

Y me parece propicio que hablemos de él, a casi dos semanas de su aniversario luctuoso y que en su honor se le puso el nombre a una de las Universidades más prestigiadas de Michoacán, y no porque trabaje para la sede aquí en la región de Lázaro Cárdenas.

Porque no quiero perder la oportunidad de que conozcamos un poco de su historia, como seglar y obispo, él se entregó en cuerpo y alma a la búsqueda de la plenitud del ser humano y al mejoramiento de las estructuras sociales.

Don Vasco de Quiroga desplegó una labor de promoción humana integral, centrada en los principios cristianos; supo crear las condiciones para que la persona, en un ambiente propicio, lograra perfeccionar sus capacidades individuales a través del trabajo honesto, creativo y organizado, visto éste como un medio de dignificación humana y no de explotación.

Gracias a la creación de nuevas formas de convivencia en las que se reconocieron las virtudes propias de los grupos sociales, él promovió un desarrollo pacífico y armónico de la sociedad. Imagínense que gracias a él se prohibió la práctica de usos y costumbres que obligaba a las mujeres casaderas a pasar su primera noche con el mandamás del pueblo, es decir, el derecho de pernada, una práctica muy común en la época feudal, en la que los nobles de la época podían pasar la noche de bodas con la mujer de su vasallo, algo deleznable al final de cuentas una violación.

Y gracias a eso, él se ganó muchos enemigos, otros por el contrario, como los purépechas le llamaban “Tata Vasco”, un apelativo que en lengua indígena significa “padre”, “Don”, “Señor”, fíjense que ellos tenían la creencia de que los “Tatas” eran mensajeros y que eran personas muy especiales, que provenían del sol y que venían a cambiar y a mejorar el mundo.

Todo lo que hacía don Vasco de Quiroga se resolvía en un hecho: fundación. Y toda fundación se sustentaba en este término: educación. Carlos Pereyra (1)

-1490: Nace en el poblado de Madrigal de las Altas Torres, en la provincia de Ávila, en Castilla-León, España.

-1520: Termina sus estudios de Licenciatura en Canon (Derecho Canónico y Derecho Civil) en la Universidad de Salamanca, España.

-1530: Llega a Veracruz, en Nueva España, y es nombrado OIDOR para integrar la 2ª Audiencia del Virreinato.

-1532: Don Vasco, como oidor, es enviado al hoy estado de Michoacán como inspector y pacificador del pueblo purépecha y de los otros habitantes de la región.

-1536: Se crea la diócesis de Michoacán, con sede inicialmente en Tzintzuntzan y luego en Pátzcuaro. Don Vasco de Quiroga es elegido como primer obispo.

-1555: Asiste al Concilio Provincial convocado por Fray Alonso de Montufar, obispo de México, y a la famosa Junta de México que estudia la turbulenta aplicación de las nuevas leyes de Indias encaminadas a mejorar la administración de la colonia.

-1565: Muere a los 95 años en la ciudad de Uruapan, según se cree, en plena visita pastoral. Sus restos se encuentran en la Basílica de Nuestra Señora de la Salud en Pátzcuaro.

Don Vasco de Quiroga adquiere gran trascendencia en la historia nacional por la importancia que concede al ejercicio de las obras de caridad y de misericordia.

-Edifica los pueblos-hospitales de Santa Fe de México, Santa Fe de la Laguna y Santa Fe del Río, estos últimos en Michoacán.

-Funda el Real y Primitivo Colegio de San Nicolás Obispo en la ciudad Pátzcuaro. Éste es el primero de los seminarios de la Nueva España y el precursor de las casas de estudio diocesanas mandadas a establecer en 1563 por el Concilio de Trento. Es la única de sus creaciones que ha llegado a nuestros días. Su misión es formar los sacerdotes que tanto necesitaba la Nueva España.

-Construye en Santa Fe de México un hospital de cuna. Éste es un lugar donde se alimentan, educan y bautizan a los niños. Es el precursor, en México, del actual kindergarden o jardín de niños.

-Establece en Santa Fe de la Laguna, en Michoacán, un colegio-seminario de indios al que da el nombre de San Nicolás. Allí, los hijos de los naturales y los niños educados en el hospital de cuna son instruidos en la lectura, escritura, canto llano y uso de instrumentos musicales.

-Inaugura un colegio de niñas en Pátzcuaro: tiene por objeto recoger a hijas de españoles y de indios. Se les enseña la doctrina y los oficios propios de la mujer.

-Propicia el desarrollo de las artesanías, los oficios, las industrias locales y la agricultura en los pueblos de la ribera de Pátzcuaro, los cuales se convierten en centro de producción y comercialización.

-Manda a construir la primera plaza principal de Pátzcuaro para la comercialización de los diferentes productos artesanales a través de los llamados “tianguis”.

-Inicia la construcción de la Catedral que no se puede terminar de acuerdo con su plan previsto. Actualmente, es la Basílica de Nuestra Señora de la Salud en Pátzcuaro.

Espero que la vida y obra de Don Vasco de Quiroga les haya motivado a ser mejores personas, por nosotros, para nosotros y por los nuestros, porque recuerda que todo lo hagamos o no hagamos tendrá su eco en la posteridad.

(1). Pereyra, Carlos (1973) Breve historia de América. DF. México: Editorial Nacional, 338 pp.