Inconforma lentitud de la obra del ampliación del libramiento

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La obra de ampliación del libramiento de la ciudad, a 4 carriles, representa dificultad para los peatones, pues hay zonas que solamente se hizo la zanja y no se está trabajando y las personas tienen problemas para llegar a los negocios, que prácticamente han quedado bloqueados. (Foto: Kike Rivera).

Por Francisco Rivera Cruz

A prácticamente dos meses de iniciada, la ampliación del libramiento de la ciudad, conocido como Batallón–ArcelorMittal, la obra presenta molestias por escaso avance. Los inconformes son los cientos de comerciantes y responsables de los establecimientos de servicios ubicados en la zona.

La obstrucción les ha representado disminución de ingresos por ausencia de clientela, y la incertidumbre es cada vez mayor al no tener información sobre tiempos, ver muy nula evolución y aproximarse la temporada de lluvias.

La obra, denominada “Adecuación de infraestructura vial para la salida de carga de cabotaje de acceso al boulevard costero en el Puerto de Lázaro Cárdenas”, fue asignada por la Asipona a la empresa Impulso Constructor Latinoamericano, que participó por el contrato en alianza con Grupo Constructor Nami, S. A. de C. V.

Sin que quede clarificado el tiempo para la ejecución de la obra, tras analizar los propuestas técnica, económicas, experiencia y especialidad, así como de activos, la Administración del Sistema Portuario Nacional de Lázaro Cárdenas, concedió a la empresa Impulso Constructor Latinoamericano, la obra, por un pago de 117 millones 700 mil 849 pesos y 47 centavos.

Los vecinos del llamado libramiento de la ciudad recuerdan que el 5 de febrero empezaron a escavar máquinas, sin saber de qué se trataba porque nadie tuvo el tino de informar y socializar el proyecto que si bien lo consideran será beneficioso, por ahora causa dolores de cabeza por pérdida de ventas, para unos en su totalidad y a los que mejor les va, sobreviviendo con el 20% de lo que comercializaban.

De los cientos de comercios de todo tipo, un 22 por ciento no abren, peluquerías, refaccionarias y taquerías, entre otros, “porque ni moscas nos llegan” al tener una gran zanja frente, dice el dueño de una tienda de abarrotes.

Desconocen la planeación, ya que donde se empezó la obra, hay abandono de una gran barda, mientras en otros puntos se avanza en levantamiento de muros de contención.

Observan al menos tres de los quejosos que la obra arrancó vigorosa y prometedora, con mucho personal de todo tipo, sin embargo hoy en día no hay ni la mitad de los que se tuvieron al arranque de los trabajos.

Se ha afectado también a los vecinos de la zona y colonias aledañas al retirarse la mayoría de los oferentes del mercado tianguis que los fines de semana tenía acomodo en frente a colonias populares.

Se sigue instalando pero en un espacio menor y con todos amontonados, además de representar mayores riesgos por el tránsito, mucho de él pesado, que lleva lo mismo madrinas que cargan carros, que rollos de lámina y productos siderúrgicos en general, señalan.

Los molestos comerciantes piden a quien tenga que intervenir que aceleren la obra porque temen que además de no tener ventas, el frente a sus negocios se convierta en un enorme canal cuando se presenten las lluvias.

Los declarantes dijeron que se empiezan a organizar ante el desdén de autoridades, abandono de los trabajos y el tener que enfrentar rentas, permisos y cumplimiento de los reglamentos, sin saber cuándo concluirán la obra de ampliación.